Un nuevo estudio de la epidemióloga Teresa Janevic, de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia (Estados Unidos), ha advertido de un riesgo cuatro veces mayor de diabetes de tipo 2 tras la diabetes gestacional entre los individuos de raza negra y un riesgo tres veces mayor entre los hispanos y los individuos del sur y sureste asiáticos en relación con los individuos de raza blanca.
Según la investigación, estas desigualdades son “sustanciales” y han sido una faceta pasada por alto de la equidad en la salud materna. Hasta ahora, había pocos estudios sobre las disparidades raciales y étnicas en la diabetes de tipo 2 tras la diabetes gestacional (DMG). Los resultados se publican en la revista Obstetrics & Gynecology.
“Muy pocos estudios han examinado los determinantes prenatales, sociales o estructurales de la diabetes tipo 2 tras la DMG”, afirma Janevic. “Nuestro estudio tiene varios puntos fuertes. Es el mayor estudio de cohortes realizado hasta la fecha sobre las disparidades raciales y étnicas tras la DMG, lo que nos permite explorar las posibles vías de estas disparidades”, ha añadido.
La diabetes gestacional se diagnostica en aproximadamente el 8% de las embarazadas de Estados Unidos y afecta especialmente a las comunidades negras desatendidas. Los investigadores utilizaron tanto los registros de nacimientos como los hospitalarios para definir la cohorte de DMG y establecer covariables, un enfoque de gran validez.
Utilizando los datos hospitalarios y de nacimientos de la ciudad de Nueva York de 2009-2011 y los datos del Registro A1c de la ciudad de Nueva York de 2009-2017, los investigadores clasificaron la diabetes tipo 2 como dos resultados de la prueba de hemoglobina A1c iguales o superiores al 6.5%. También estimaron las asociaciones entre raza y etnia y la incidencia de diabetes tipo 2 a 8 años, con técnicas de modelado de datos.
Los datos incluían a 22 mil 338 pacientes con diabetes gestacional. La incidencia de diabetes tipo 2 a los 8 años fue del 12% en general y del 18.5% en los pacientes negros, del 17% en los del sur y sudeste asiático, del 15% en los hispanos y del 5.5% en los del este y centro de Asia, en comparación con el 5% en los blancos.
De las personas identificadas con DMG, el 78% se sometió a una prueba de Hb A1c durante el periodo de seguimiento. Entre los individuos negros e hispanos, el porcentaje fue del 82%, entre los asiáticos, del 78%, y entre los blancos, del 68%.
Las características sociales, estructurales y clínicas en el momento del parto explican el 46% del mayor riesgo de diabetes posparto entre los hispanos, el 27% entre los negros y el 14% del mayor riesgo entre los asiáticos del sur/sureste, creando así una oportunidad para intervenir sobre las desigualdades cardio-metabólicas de por vida.
Según Janevic y sus colegas, los determinantes sociales de la salud medidos rutinariamente en el momento del parto, como la educación y la situación de seguro, tenían asociaciones más débiles con la diabetes posterior en las embarazadas sudasiáticas, negras e hispanas que en las blancas no hispanas, lo que demuestra la necesidad de aprender cómo influye el racismo estructural en el riesgo cardiometabólico posparto en estos grupos.
“Aunque las desigualdades raciales y étnicas son sustanciales en la diabetes tipo 2 tras la DMG, las débiles asociaciones que observamos de medidas sociales o estructurales comunes y el IMC en individuos negros, hispanos y del sur y sureste asiático demuestran la necesidad de comprender mejor cómo influye el racismo estructural en el riesgo cardiometabólico posparto en estos grupos”, ha observado Janevic.

