Una expedición científica en la Antártida localizó a más de 50 ejemplares de ballena azul y logró grabar 520 horas con más de 40 mil cantos de estos cetáceos, informó la División Australiana Antártida (ADD, por sus siglas en inglés).
"Es realmente emocionante poder estudiar a estas ballenas en el vasto océano antártico y oír sus llamadas a más de 750 kilómetros de distancia", dijo Brian Miller, experto en acústica de la ADD.
La investigación australiana-neozelandesa utilizó sonoboyas direccionales para registrar los cánticos de los cetáceos, decenas de los cuales fueron avistados tras una paciente búsqueda en una zona con abundantes cardúmenes de krill.
El jefe de la expedición, Mike Double, destacó la importancia de esta tecnología en el estudio de esta especie amenazada debido a su distribución irregular."Los ecosonidos nos permitieron elaborar un mapa, caracterizar y vigilar el krill en las inmediaciones de las ballenas azules y determinar que sus cardúmenes son mucho más densos que antes", indicó Double.
La ballena azul, cuya lengua es más pesada que un elefante y el tamaño de su corazón es parecido al de un coche pequeño, estuvo a punto de extinguirse en el siglo XVII, periodo en el que se mató a unos 340 mil ejemplares.

