La robótica es también una aliada en los servicios educativos para niños y jóvenes con condiciones de autismo, síndrome de Down, parálisis cerebral y discapacidad intelectual que reciben clases en el Centro Ann Sullivan Panamá (Caspan).
La psiquiatra Melina Mancuso Ortiz, directora general del Caspan, explica que el proyecto de robótica que se practica en el centro se basa en la adopción de la tecnología robótica educativa y robótica social para trabajar las habilidades sociales y de resolución de problemas.
Este proyecto permite que las personas sean más autónomas, ayuda a su inclusión a la sociedad, y mejora la calidad de vida de todos los estudiantes del centro.
Se trata de una iniciativa educativa que cuenta con el colaboración de universidades de Estados Unidos y España, así como de entidades locales.
Dicha metodología, en palabras de Mancuso Ortiz, “innova para crear nuevas herramientas robóticas adaptadas a la metodología educativa de Caspan y a las capacidades singulares de sus integrantes, ya sean educadores o alumnos”.
La especialista brindó una entrevista a este medio impreso en que el detalla más aspectos relacionados con este proyecto.
RENDIMIENTO
¿Con cuántos robots cuenta el centro?
A fecha de hoy dispone de un total de 11 robots.
¿De qué manera se ha incluido el uso de robots en la metodología de enseñanza del centro?
No cabe duda que la robótica permite mejorar el rendimiento de determinadas actividades del Caspan. El centro dispone de un robot social llamado AISOY, 5 robots educativos KIBO, que se pueden programar sin computadora y sin saber leer o escribir, uno de los cuales ha sido donado por mí, y robots de Lego Mindstorm EV3 que fueron donados por Lego Foundation dado el nivel de interés y profesionalismo demostrado previamente por el centro Caspan.
INMERSIÓN
¿Cómo el uso de esta metodología es una herramienta ideal para fomentar el aprendizaje en los jóvenes?
La robótica es un elemento interactivo y tangible que existe en el mundo real y que crea un interés y una inmersión del estudiante en la actividad educativa o terapéutica que la hace eficiente.
Hay varios estudios que demuestran que la mayoría de los niños dan atributos de “seres vivos” a los robots y que les encanta interactuar con ellos. Este interés hace que la motivación en el aula crezca muy positivamente. Los robots tienen la capacidad de adaptarse a los estudiantes y ecualizar el nivel de los mismos en el aula.
MANERAS
¿De qué forma la robótica fomenta en los estudiantes del Caspan el desarrollo de habilidades como la interacción, la coordinación, entre otras?
Depende de cómo se utilice. La verdad es que yo siempre digo que la robótica se puede utilizar en el aula para trabajar las habilidades anteriormente mencionadas de tres maneras distintas. Una es como herramienta educativa en el aula, donde los chicos tienen que montar, programar y jugar con montajes que ellos mismos realizan.
Dos, con modelos preconstruidos por los colaboradores o personal del centro, como por ejemplo el robot perrito o la caja registradora de supermercado, y luego se utiliza en el aula como herramienta facilitadora de alguna actividad. Tres, como agente social que interactúa directamente con los chicos como un compañero más en el camino de aprender y adquirir habilidades.
