La pérdida del 52% de la vida silvestre en el planeta fue un noticia que creó sobresaltos en 2014.
La novedad, desvelada en el décimo informe Planeta vivo, que presenta el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) y, que en palabras de su director general, Marco Lambertini, “no es para pusilánimes”, reportó como punto crítico la reducción de más de la mitad de los animales del mundo, “en menos de dos generaciones humanas”.
El informe estudia cómo a lo largo de 40 años, desde 1970 hasta 2010, la fauna ha disminuido notablemente, con el agravante en América Latina, en donde el detrimento se empina a 83% y supera a las pérdidas globales registradas durante el mismo período.
Peces, aves, mamíferos, anfibios y reptiles entran al catálogo de WWF, que deja en evidencia cómo el incuestionable y preponderante impacto del ser humano incide en la naturaleza.
La oficina de WWF en Colombia informa en su sitio web que entre las amenazas más habituales se encuentran la degradación y pérdida de los hábitats, actividades como la pesca y la cacería, y el cambio climático.
Por otro lado, para el organismo conservacionista con sede en Suiza y oficinas en más de 100 países, el aumento de la población latinoamericana y su consecuente consumo per cápita imprime en el ambiente una huella ecológica mayor, con una demanda que sobrepasa más del 50% de lo que la naturaleza puede reponer.
Dicho en otras palabras, los ecosistemas son los que sostienen nuestras sociedades, según el informe.
Un resumen en español del estudio Planeta vivo está disponible de forma gratuita en el sitio www.wwf.es, para quienes lo deseen leer.
EJEMPLARES EN PELIGRO
El estudio de WWF sostiene que únicamente 880 gorilas sobreviven en estado salvaje en el Parque Nacional de Virunga, en la República Democrática del Congo.
Como ellos, se sospecha la sobrevivencia de unos 3 mil 200 tigres, 2 mil 300 tortugas laúd, el quelonio marino más grande, y menos de 2 mil 500 ejemplares de pandas gigantes, en su hábitat natural.
Otras especies como el lince ibérico viven con la fama de ser “el felino más amenazado del planeta”, según WWF, que contabiliza escasos 200 ejemplares en todo el mundo.
La lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) incluye otros animales en “estado crítico”, como el rinoceronte de Java y el sapillo balear, y señala aves como los tórtolos de Socorro, que ya se encuentran extintos.
El istmo tampoco se salva y cuenta con varios ejemplares bajo amenaza o que ya conforman la apremiante lista roja.
UNA HUELLA QUE ES DIFÍCIL DE BORRAR
El consumo humano se ha vuelto insostenible. Este hecho se refleja de forma dramática en la huella ecológica global, que según la oenegé Global Footprint Network es equivalente al uso de 1.4 planeta por año.
Lo anterior “nos pone en un sobregiro ecológico global”, señala el organismo en su sitio web, en donde explica que al planeta Tierra le toma cerca de año y medio poder regenerar lo utilizado en 12 meses.
Esa rehabilitación, empero, no garantiza la recuperación del 52% de las especies del reino animal, que hemos perdido en los recientes 40 años.
El panorama, descrito por Marco Lambertini, director general del Fondo Mundial para la Naturaleza, como un “barómetro indicador de lo que le estamos ocasionando al planeta”, también involucra al istmo, que pese a su riqueza de fauna y vegetación, no se escapa de esta realidad.
La rana dorada, endémica del país e icono nacional, actualmente descuella entre las especies en peligro crítico de extinción, de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Inclusive, una publicación realizada por la BBC en 2014 resaltó que su extinción paulatina se debía a la deforestación y a la consecuente destrucción de su hábitat natural.
El listado de Especies amenazadas y endémicas, publicado en 2008 (disponible en Anam.gob.pa) por la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam), indica que en Panamá hay más de 2 mil ejemplares en riesgo, explica por su parte el biólogo José Polanco, de la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (Ancon).
El jaguar, el felino más grande del continente americano, está desapareciendo.
Sus poblaciones son cada vez más escasas, al punto de figurar en la lista roja de UICN, bajo amenaza leve.
La caza y la destrucción de su entorno son causas principales de su pérdida, pese a las disposiciones legales que prevalecen en el país.
Otras especies nacionales, como el mono araña colorado, el tigrillo congo, el gallinazo rey, la paloma de Coiba, el colibrí coriniblanco, el manigordo, el tapir, la boa constrictora y el venado corzo, por ejemplo, también figuran en el listado publicado por la dirección de áreas protegidas y vidas silvestres de Anam.
Una publicación realizada por este diario esta semana, también incluye otros ejemplares, como el conejo pintado, el águila harpía y el manatí, como algunos de los animales más amenazados.

