El Instituto Nacional de Cultura (Inac) decidió rescindir el contrato del proyecto Ciudad de las Artes que debía construirse en el corregimiento de Ancón. Así lo informó Mariana Núñez, directora de la entidad. Agregó que la medida surge por incumplimiento del contratista.“La junta directiva del Instituto Nacional de Cultura aprobó rescindir el contrato basado en el incumplimiento por parte del contratista en varios puntos, como la dilatación en los avances de la obra y la suspensión de los trabajos por decisión unilateral”, explicó. Núñez añadió que tras la rescisión, el siguiente paso consiste en la ejecución de la fianza de cumplimiento.Según la jefa del Inac, ahora se deben evaluar diferentes posibilidades para concluir la obra. Estas alternativas incluyen “modificar su espectro” o considerar posibles usos interinstitucionales para el proyecto que incluyan espacios para el Inac, con costos operacionales acordes a las realidades presupuestarias.La Ciudad de las Artes era un proyecto “llave en mano” de $54 millones que iba a albergar la Escuela de Artes Plásticas, el Conservatorio Nacional de Música, la Escuela Nacional de Danza, el Ballet Nacional de Panamá, la Orquesta Sinfónica Nacional y la Casa del Escritor, entre otras divisiones afines a la plataforma cultural del país. Solo esta semana moradores de Llanos de Curundú se reunieron con autoridades del Inac para plantear su rechazo al proyecto y solicitar la anulación del contrato. Gerónimo Espitia, dirigente del área y miembro de la comisión de urbanismo de la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos, indicó que la reunión fue positiva porque se logró que el gobierno los escuchara.Desde el anuncio de la obra los residentes cuestionaron los sobrecostos que implicaba la edificación, pues según ellos “no tenía un valor de $54 millones”.
Otra crítica recae sobre el estudio de impacto ambiental presentado, pues contiene “falsedades”, en especial en el capítulo de consulta ciudadana. “Para levantar el censo que aparece allí consultaron a personas que no vivían en el área”, agregó Espitia.El residente no entiende cómo se otorgó un permiso para ese proyecto, si nunca se conoció el estudio ni el diseño final. Es decir, no hubo análisis ni medición del proyecto completos antes de iniciarse la obra. En varias ocasiones los vecinos cerraron la vía para demandar que las entonces autoridades del Inac escucharán sus peticiones.Omar Bazán, residente de Llanos de Curundú, mencionó que la decisión fue “acertada”, porque primero era un proyecto que afectaba el erario debido al costo de la obra y porque atenta contra la comunidad.Según Bazán, ahora el gobierno debe tomar una decisión correcta sobre las estructuras levantadas allí como parte del proyecto.El Inac recibió para este proyecto la escritura pública No. 54 del 15 de diciembre de 2011, mediante la cual la Unidad Administrativa de Bienes Revertidos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) le traspasaba 12 hectáreas de un terreno ubicado en Llanos de Curundú, valorado en $13 millones 878 mil 92. Este diario consultó a la exdirectora del Inac María Eugenia Herrera e indicó que no tenía nada que comentar porque desconocía lo ocurrido.“Es una decisión de ellos [el gobierno], así que yo no tengo nada que decir”, agregó la exfuncionaria criticada durante su gestión por los moradores de Llanos de Curundú, quienes consideran que Herrera fue la impulsadora principal de la Ciudad de las Artes.El cronograma establecido para ese proyecto señalaba que la construcción debía terminarse a finales de 2016.