LLANOS DE CURUNDÚ

Vecinos dicen no a mudanza de ministerio

Vecinos dicen no a mudanza de  ministerio
El terreno donde se construía la Ciudad de las Artes está abandonado, después de que el Inac decidiera en febrero pasado rescindir el contrato por $54 millones. LA PRENSA/Ricardo Iturri

El anuncio del presidente Juan Carlos Varela sobre la mudanza de la nueva sede del Ministerio de Ambiente a los Llanos de Curundú, en Ancón, no fue del agrado de los moradores de la zona.

El mandatario anunció esta semana en un acto público que el recién creado ministerio será mudado de Albrook a Llanos de Curundú, específicamente donde se construía el edificio del polémico proyecto Ciudad de las Artes, impulsado por el Instituto Nacional de cultura (Inac).

No obstante, los vecinos del lugar reaccionaron de la misma forma cuando en 2012 las autoridades del Inac anunciaron que en las inmediaciones del Museo Antropológico Reina Torres de Araúz levantarían un complejo para albergar a mil 200 estudiantes de varias disciplinas artísticas.

Gerónimo Espitia, urbanista y residente de la comunidad, subrayó que nuevamente tendrán que oponerse a la iniciativa, pues el sistema sanitario y de alcantarillado del área colapsaron.

La molestia de estas personas fue aún mayor debido a que en la instalación, que puede estar lista en dos años, no solo laborarán funcionarios de Ambiente, sino también del Ministerio de Educación (Meduca) y del Inac.

“No puede ser que tanto que se criticó la Ciudad de las Artes y ahora este gobierno insistirá en proyectos que desde el punto de vista urbano no son buenos para la comunidad”, manifestó Espitia.

Hace cuatro años, el Inac recibió para esa obra la escritura pública No. 54 del 15 de diciembre de 2011, mediante la cual la Unidad Administrativa de Bienes Revertidos del Ministerio de Economía y Finanzas le traspasó 12 hectáreas de terreno, ubicado en el sector Llanos de Curundú, valorado en $13 millones 878 mil 92.

Del total de esa área, para el proyecto Ciudad de las Artes fue intervenida una extensión de aproximadamente 1.5 hectárea, equivalente a 11.8% del terreno.

MÁS CRÍTICAS

De la misma forma, Aida Torres, dirigente comunitaria de las áreas revertidas, señaló que el movimiento que generarán esas tres instituciones ocasionará “caos” al momento cuando los vecinos de Llanos de Curundú intenten ingresar a sus hogares.

Torres también cuestionó que el proyecto está ubicado en la zona de amortiguamiento del Parque Natural Metropolitano, lo que no es coherente con la política de conservación del medio ambiente.

“Seguramente, cuando sean traslados todos los funcionarios allí, habrá una sobrecarga en el área y afectará directamente esa zona natural. Se trata de una obra que invade el lugar”, puntualizó.

Ambos entrevistados coincidieron en que el proyecto rompe con el concepto de ciudad jardín que corresponde a la zona.

De hecho, en estos momentos elaboran un anteproyecto de ley, con el fin de fortalecer las normas que regulan el desarrollo de las áreas revertidas, ya que además de ese tipo de obras constantemente se encuentran con la construcción de nuevos puertos y otros proyectos de carácter privado.

Por su parte, Félix Wing, secretario general del Ministerio de Ambiente, dijo estar al tanto de la molestia que tuvieron los residentes por la Ciudad de las Artes durante la pasada administración.

A raíz de ello, aseguró que se va a hacer la consulta debida con la comunidad.

También explicó que lo que se busca es dar una función a la construcción que dejó el pasado gobierno. “Se tomará en cuenta a la comunidad”, reiteró.

AVANCES DE OBRA

La directora del Inac, Mariana Núñez, detalló que tras varias sesiones de trabajo junto con el Ministerio de Ambiente y el Meduca acordaron dar un uso interinstitucional al antiguo proyecto Ciudad de las Artes, “compartiendo los espacios entre las instituciones mencionadas, en búsqueda de un máximo provecho de las inversiones del Estado”.

Hace poco, el Inac solicitó una partida de $8.7 millones a la Asamblea Nacional para esa obra.

De acuerdo con Núñez, esos fondos son para completar el pago de las cuentas parciales presentadas por la empresa contratista a través de su entidad bancaria. “Las cuentas de pago parcial, una vez aprobadas y refrendadas, representan una obligación para el Estado”, añadió.

Ahora que se concluyeron los pasos para la terminación de la relación contractual con la empresa, se procedió a notificar a la afianzadora, a fin de concluir la obra.

En estos momentos, en el Inac están a la espera de la propuesta que incluirá el diseño de un nuevo programa de trabajo, el cálculo de los costos del proyecto y el reinicio de las obras.