El presidente de la República, José Raúl Mulino, se pronunció este jueves sobre el anteproyecto presentado en la Asamblea Nacional que propone instaurar la pena de cadena perpetua en Panamá, en medio de una ola de crímenes que ha generado alarma y consternación en la población.
Mulino explicó que, aunque la Constitución de Panamá prohíbe expresamente la pena de muerte, no existe impedimento legal para aplicar la cadena perpetua, y destacó que el país ya ha avanzado en el endurecimiento de sanciones para delitos graves. “Panamá ha dado pasos importantes en la legislación penal, pero casos como los recientes nos recuerdan que aún hay espacio para debatir medidas más severas frente a crímenes atroces”, señaló.
⚖️ Presidente Mulino se pronunció sobre el anteproyecto que busca instaurar la pena de cadena perpetua en Panamá.https://t.co/rLx5Yn2AoO pic.twitter.com/3sxl30LCCe
— La Prensa Panamá (@prensacom) October 16, 2025
El presidente se refirió a los recientes hechos que han estremecido al país: Selinda Córdoba Batista, de 21 años, asesinada a puñaladas en el parque de Pocrí, distrito de Aguadulce, y otra joven brutalmente golpeada hasta la muerte en Santiago, Veraguas. Ambos casos han despertado un profundo rechazo social y un llamado a las autoridades para reforzar las penas contra quienes cometen delitos violentos.
“Este tipo de gente no tiene derecho ni a vivir, creo yo. Alguien que se ensaña con una persona, con un niño o una niña, que la viola y destroza a su familia, no es un ser humano común y corriente”, expresó Mulino, en una declaración que refleja la indignación de la sociedad ante actos de violencia extrema.
Aunque el mandatario mostró simpatía por el proyecto de ley, subrayó que esperará a que el texto avance en la Asamblea Nacional para analizarlo con detenimiento. “Hay que ver cómo lo elabora la Asamblea. Lo tendremos que estudiar cuando llegue aquí”, indicó, dejando claro que cualquier decisión sobre su aprobación será tomada con base en un análisis completo y detallado.
Expertos y ciudadanos coinciden en que la discusión sobre la cadena perpetua es inevitable ante el aumento de crímenes que impactan a las familias y a la sociedad en general. El anteproyecto se convierte así en un punto de debate central sobre la justicia y la protección de los más vulnerables, con el objetivo de enviar un mensaje firme a quienes cometen delitos atroces.
Mientras tanto, las autoridades continúan investigando ambos casos, y la población sigue pendiente de las medidas que podrían adoptarse para garantizar que delitos de esta magnitud no queden impunes. La iniciativa de cadena perpetua abre un nuevo capítulo en la discusión sobre cómo el Estado panameño enfrenta la violencia y protege a sus ciudadanos más indefensos.

