A pocos días de cumplirse dos meses de que comenzó el año escolar 2022 en el país, las protestas por las condiciones de los planteles son constantes.
La semana pasada, la comunidad educativa de la escuela Stella Sierra, en el distrito de Arraiján, provincia de Panamá Oeste, salió a protestar por falta de agua, mobiliario (sillas), baños sanitarios y el nombramiento de docentes.
Los problemas que plantea la comunidad educativa de este plantel son enfrentados también por otras escuelas en el país.
Así consta en el informe especial “Inspección realizada a los centros educativos a nivel nacional ante el inicio de clases presenciales, año lectivo 2022″, elaborado por la Defensoría del Pueblo luego de visitar 114 centros educativos, tras el retorno a clases presenciales.
El documento entregado en abril pasado a las autoridades del Ministerio de Educación (Meduca) y representantes de gremios docentes precisa que siguen dándose problemas de infraestructura, como la falta de construcción de aulas de clases, comedores, laboratorios y cercas perimetrales; que hay pisos destruidos, baños en mal estado, paredes rajadas y goteras en los techos. Igualmente, se dice que es necesario ejecutar las fianzas de cumplimiento en los proyectos que están paralizados.
Además, se destaca la dificultad con el suministro de agua potable, puesto que muchos centros educativos no cuentan con tanques de reserva, un aspecto muy importante en estos momentos de pandemia.
Por otro lado, la mayoría de los planteles presenta fluctuaciones de voltaje, debido a que el sistema eléctrico data de muchos años. También existe la necesidad de personal administrativo en la mayoría de las escuelas, sobre todo de trabajadores manuales y celadores.
Humberto Montero, dirigente magisterial, indicó que en varias escuelas los estudiantes han tenido semanas irregulares debido a los problemas estructurales.
Solicitó al Meduca que busque mecanismos para solucionar estos problemas, así como el nombramiento de personal administrativo.
El Meduca informó que para dar continuidad al proceso educativo ha adoptado una serie de acciones encaminadas a mejorar las instalaciones escolares. Por ejemplo, en la escuela República de Bolivia, ubicada en la provincia de Colón, se coordinó la dotación de mobiliario escolar y la continuidad de las obras que se ejecutan por $4.7 millones, para comodidad de los mil 600 estudiantes que asisten al colegio.
Recientemente, la ministra de Educación, Maruja Gorday de Villalobos, reconoció que en algunas áreas se han retrasado en cuanto a los nombramientos, y que la compra de mobiliario obedece a la falta de catálogos de sillas en Panamá para comprar.
Dijo que se debe buscar un entorno de comunicación y cooperación entre el ministerio, los docentes y los padres de familia, para mejorar la educación.

