Los docentes del sistema educativo oficial tienen serias carencias en cómo y qué aprenden para mejorar su desarrollo profesional continuo, convirtiéndose en otro obstáculo para mejorar la calidad de la educación panameña.
Las necesidades de los educadores quedaron en evidencia en el estudio Diagnóstico de Perfeccionamiento Docente de Panamá, dado a conocer recientemente y realizado por un equipo de investigadores del Centro de Investigación Educativa (Ciedu) y la Facultad de Educación de American University durante 2020 y 2021, con la participación de unos mil 100 docentes que respondieron a la solicitud, de 48 mil que conforman el sistema educativo oficial.
También realizaron al menos 20 entrevistas individuales y grupales con docentes, autoridades del Meduca, universidades, organizaciones no gubernamentales y miembros de gremios docentes.
Entre los hallazgos preliminares destacan que a los docentes se les proporciona poco desarrollo profesional continuo que sea específico de una asignatura; además, lo que se ofrece se centra principalmente en cómo enseñar asignaturas específicas en lugar de tener la intención de profundizar o reforzar el conocimiento del contenido que brindan a la población estudiantil.
Es decir, el actual desarrollo profesional está enfocado principalmente en estrategias generales de enseñanza, y dado el contexto pandémico, también hacia la tecnología. Sin embargo, existe una baja proporción de desarrollo profesional centrado en contenido.
El estudio plasma que dentro de los cursos ofrecidos, la mayoría se enfoca en contenidos pedagógicos, especialmente habilidades socioemocionales y conocimientos de enseñanza general, en lugar de centrarse en conocimiento del contenido, es decir, reforzando o mejorando el conocimiento de los profesores sobre el campo de la materia o su didáctica específica.
De hecho, de las 649 formaciones virtuales de profesores que figuraban en la web de Educa Panamá del Ministerio de Educación (Meduca) en 2020, por ejemplo, se encontró que únicamente el 27% (178) se centraba en el conocimiento del contenido.
La investigación muestra que actualmente las capacitaciones a los docentes se llevan a cabo en las vacaciones, lo que es un período muy corto, por lo que existe la necesidad de invertir tiempo adicional.
Durante la investigación, los diferentes participantes del estudio insistieron en que el desarrollo profesional actual se encuentra desconectado de las necesidades específicas de los centros escolares, lo que impide un seguimiento, el compromiso y la implementación de lo aprendido.
Otro punto a destacar del estudio es que existe una percepción generalizada de que la oferta actual de desarrollo profesional continuo es repetitiva y se encuentra desactualizada, pues es recibida año tras año, lo que lleva a que gran parte del desarrollo profesional continuo que se ofrece actualmente sea un tanto aburrido.
Detalles del estudio
El diagnóstico fue realizado por los científicos del Ciedu Nadia De León Porter, Mariana León, Delfina D’Alfonso y Nyasha Warren en colaboración con los investigadores de American University Danielle Gervais Sodani y Jermain Griffin.
Nadia De León Porter, directora del Ciedu, precisó que la encuesta fue enviada a todos los docentes del país a través de su correo electrónico institucional del Meduca, lo que les permitió obtener datos para los análisis de tipo mixto (cuantitativo y cualitativo).
A su juicio, la educación se debe a los educadores, y el sistema educativo necesita proveer formación continua y apoyo para que puedan ejercer su labor de la mejor manera posible.
Un aspecto que llamó la atención a De León Porter es el consenso que hay sobre algunas necesidades de mejora dentro del sistema de perfeccionamiento docente, y que a pesar de ello cuesta tanto implementar las estrategias para suplirlas.
La propia investigación recomienda realizar una revisión de los temas tratados en el desarrollo profesional continuo existente, así como una evaluación de impacto.
Además, sugiere que de llevarse a cabo una evaluación más detallada del conocimiento pedagógico actual, y las necesidades de formación de los docentes en esta área, seguida de una campaña para concienciar sobre las lagunas existentes y el valor de los conocimientos y habilidades que deben desarrollarse. El seguimiento debería ocurrir después de cada capacitación.
¿Por qué es importante este estudio?
Los investigadores plantean que un estudio diagnóstico riguroso sobre la situación actual y las necesidades que tienen los docentes y actores del sistema educativo es importante para llevar adelante la creación del Instituto de Perfeccionamiento y Bienestar del Educador.
En ese sentido, la ministra de Educación, Maruja Gorday de Villalobos, manifestó que a través de una resolución de Gabinete estarán presentando en los próximos días la creación del instituto.
Gorday de Villalobos presentó en abril pasado el proyecto de ley No. 622 que establece lineamientos para la transformación del perfeccionamiento y bienestar del educador y dicta otras disposiciones.
La propuesta está dirigida a los educadores del sector oficial y particular del primer y segundo nivel de enseñanza del subsistema regular, y del subsistema no regular, y a educadores que hayan completado su formación, pero que no han ingresado al sistema educativo formal.
Dicha iniciativa incluye las características de cada región educativa y las mejores prácticas, para lograr la excelencia del sistema educativo de Panamá.
Mariana León, investigadora de Ciedu, en una entrevista en julio pasado con este medio manifestó que Panamá debe apostar por un sistema en donde la formación inicial docente sea reconocida internacionalmente, y donde los mejores estudiantes aspiren a la carrera docente.
Subrayó que existe evidencia que confirma que en Panamá los estudiantes con los puntajes más bajos en las pruebas de ingreso a la universidad son los que optan por la carrera de educación. “Tenemos que alzar el nivel de la formación docente y que los jóvenes que están decidiendo qué quieren estudiar miren la carrera docente y la vean como una carrera digna y aspiracional”, dijo.
El campo de la investigación educativa coincide en que un desarrollo profesional continuo en conocimiento pedagógico como en los contenidos se asocia a un mayor aprendizaje de los estudiantes.
La realidad panameña es que antes de la pandemia el rendimiento académico de los estudiantes era bajo y con la pandemia de la covid-19 se agravó, luego de dos años de clases a distancia y semipresencial. De hecho, Panamá fue uno de los países en que las escuelas más tiempo permanecieron cerradas.
Además, los docentes protagonizaron recientemente un paro de labores de casi un mes por el alto costo de la gasolina y la canasta básica, lo que se traduce en pérdida de tiempo para ese proceso de recuperación. Es por ello que el año escolar se extendió hasta finales de diciembre de 2022.


