El presidente de la República, José Raúl Mulino, y el ministro de Salud, Fernando Boyd Galindo, aclararon este jueves la situación del hospital modular de Albrook, construido durante la pandemia de covid-19 a un costo aproximado de 10 millones de dólares, entre equipamiento e infraestructura.
Durante la conferencia de prensa, el mandatario reconoció que el proyecto forma parte de los “despilfarros e irresponsabilidades” cometidos en el contexto de la emergencia sanitaria. “Yo sí he escuchado del bendito hospital desde el día que se hizo, en plena pandemia, y no se usó. Forma parte de las irresponsabilidades y los despilfarros que se hicieron, supuestamente justificados por la pandemia”, expresó Mulino.
El presidente señaló que no tiene objeción sobre el uso que se le dé al hospital, siempre que sea efectivo, y delegó en el Ministerio de Salud (Minsa) la explicación técnica sobre el destino de la estructura.
Por su parte, Boyd Galindo confirmó que el hospital modular nunca fue utilizado y que actualmente se encuentra completamente vacío y deteriorado. “Ese hospital está abandonado desde hace mucho tiempo. Ya no tiene absolutamente ningún equipo adentro; solo queda la estructura”, indicó.
No obstante, datos de la pasada administración indican que desde junio de 2020 hasta septiembre de 2022, atendió a 2,181 pacientes positivos de covid-19. Además, recibieron pacientes con diversas patologías que requirieron hospitalización. De este total, 949 fueron mujeres y 1,232 hombres.
Boyd Galindo explicó que los dueños del terreno, que lo cedieron temporalmente durante la pandemia, han solicitado su devolución, y que el inmueble se mantiene a nombre del Ministerio de Obras Públicas (MOP) desde la administración pasada. “No sé por qué quedó a nombre de Obras Públicas”, añadió.
El ministro detalló que el Gobierno actual realizó reuniones con la Policía Nacional, institución que manifestó interés en reutilizar la estructura para la atención médica de sus unidades. “Tratamos de que Obras Públicas les cediera el hospital modular, y eso ocurrió. La Policía está esperando obtener fondos del nuevo presupuesto para poder reubicarlo”, explicó.
De hecho, el ministro de Salud indicó en enero pasado a La Prensa que las instalaciones, gestionadas por el MOP, serán transferidas a la Policía Nacional para crear una clínica destinada a los agentes policiales.
“El hospital, que en su momento se proyectó como una alternativa para la comarca y las áreas aledañas al Hospital Nicolás A. Solano, en La Chorrera, provincia de Panamá Oeste, se transformará en un hospital exclusivo para la Policía Nacional. El director de la institución solicitó formalmente el uso de las instalaciones, y el Minsa está dispuesto a apoyar en su implementación”, señaló Boyd Galindo.
“El hospital modular de Albrook nunca se utilizó y actualmente está totalmente deteriorado; no tiene absolutamente ningún equipo”, destacó el presidente José Raúl Mulino.https://t.co/rLx5Yn2AoO pic.twitter.com/BSOoV2aObY
— La Prensa Panamá (@prensacom) October 30, 2025
El ministro advirtió, sin embargo, que la estructura se encuentra en mal estado y que trasladarla podría implicar su destrucción total, debido al deterioro de los materiales. “Nos dijeron que moverlo podría causar una destrucción completa, y que el costo de traslado para el Minsa sería incluso mayor que construir uno nuevo”, puntualizó.
Aun así, el Minsa apoyará a la Policía Nacional en la reconstrucción parcial del hospital modular, siempre que se logre conservar parte de la estructura. “El Minsa los va a ayudar a reconstruir ese hospital para uso de la Policía Nacional”, afirmó Boyd Galindo.
Boyd Galindo concluyó precisando que el hospital modular ya no posee equipos médicos ni mobiliario, por lo que actualmente no representa un activo aprovechable para el sistema de salud pública.
