Uno de los principales retos del país es formar y capacitar a su población económicamente activa, a fin de incorporarla a las plazas que demanda el mercado laboral. El camino apunta a lo digital.
Milena Gómez Cedeño, directora del Instituto Técnico Superior del Este (ITSE), en Tocumen, recibió cortesía de sala ayer martes en la sesión del Consejo Municipal de Panamá y dio un pantallazo de lo que ocurre en el país en ese sentido.
Gómez arrancó anunciando que en octubre próximo el ITSE abrirá las puertas de su escuela digital, tomando en cuenta que el sector productivo requiere actualmente por lo menos 6 mil 500 profesionales en ciberseguridad, desarrollo de software, inteligencia artificial, entre otras carreras.
“El ITSE es la inversión más grande a nivel de Estado en Educación Superior durante los últimos años”, puntualizó Gómez, quien recordó que su costo superó los $200 millones.
Destacó que uno de los retos del país en materia educativa está en el nivel medio del sistema de enseñanza, en el que, del 100% de estudiantes matriculados, el 62% obtiene su bachillerato. De este último porcentaje, apenas 10% accede a la educación universitaria y, de este, solo 5% culmina la carrera.
También subrayó que hay 259 mil 748 panameños que forman parte de la población económicamente activa y actualmente no tienen empleo. “Tenemos un cuarto de la población que requiere esta formación, por lo cual hay un reto”, insistió.
Ciclos cortos
La directora del ITSE enfatizó que la tendencia global y la recomendación de organismos internacionales como el Banco Mundial es la formación superior de ciclos cortos.
De hecho, el informe La vía rápida hacia nuevas competencias: Programas cortos de educación superior en América Latina y el Caribe, del Banco Mundial, analiza los beneficios que ofrecen estos programas, como el aumento de las tasas de graduación, los salarios y la empleabilidad, y describe cómo proporcionan las competencias necesarias para los empleos del futuro.
Según el documento, a largo plazo estos programas también pueden ayudar a reducir el desempleo y promover la equidad y la inclusión, objetivos que se han convertido en primordiales tras los devastadores impactos sociales y económicos causados por la pandemia.
Por ejemplo, plantea que los estudios de corta duración o de ciclo corto no pueden seguir considerándose como una “opción de educación superior menor”, sino como la opción correcta para muchos en un momento de gran necesidad.
Sin embargo, el informe resalta que se necesitan acciones nuevas y audaces para hacerlos más eficaces y ajustados a las realidades actuales en el mundo.
“Este tipo de formación atiende a mujeres, personas lejanas del sector urbano, personas de bajos ingresos que no tienen oportunidad de asistir a una universidad. Aquellos que hacen educación superior de ciclos cortos están dentro de las tasas de desempleo más bajas en Latinoamérica y dos años de educación superior puede aumentar los ingresos de una persona en 45%”, explicó.
Los detalles
La construcción de este centro de formación superior comenzó en el año 2016, con el objetivo de cubrir la demanda de 67 mil 569 plazas de empleo que se generarían en los siguientes años en el mercado laboral panameño. Su inauguración fue en abril de 2019.
Allí se ofrece educación postmedia con programas de dos años de estudios, a diferencia del Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (Inadeh), cuya oferta de formación se basa en cursos de habilidades de corta duración.
El ITSE brinda programas de educación en construcción, industria, aeroespacial, finanzas, logística, lenguas, hospitalidad, turismo y ahora en tecnología.
Para el director de la escuela de Ambientes Digitales del ITSE, Yen Caballero, el país requiere a profesionales en materia digital. “Se requiere una formación en ciberseguridad con procesos y protocolos de los países del primer mundo, pero aquí en Panamá”, concluyó.
