Necoclí, municipio de Colombia, es el epicentro de la actual crisis migratoria en esa región, donde unas 10 mil personas esperan para ingresar a la selva de Darién.
Durante un recorrido por la zona, el defensor del Pueblo de Colombia, Carlos Camargo, aseguró que el incremento de la población migrante y refugiada en tránsito hacia el norte del continente ha hecho que la crisis humanitaria en la frontera con Panamá se agudice. Así mismo los riesgos de vulneración de derechos fundamentales para estas personas.
Ante las consultas de este medio, la Defensoría del Pueblo de Colombia informó que se estima un “represamiento” de 9 mil migrantes en Necoclí, quienes tienen que esperan hasta cuatro días para conseguir un tiquete de embarcación que los traslade hacia Acandí, tanto en la ruta por la zona urbana como por el corregimiento de Capurganá. Una vez allí, se adentran a la selva para llegar a Panamá.
“Este año la crisis migratoria es mucho más grave que la registrada el año pasado. Primero porque la cantidad de personas en movilidad humana que han pasado hacia Panamá supera los 150 mil en comparación con los 134 mil migrantes en todo el 2021″, destacó Camargo.
En palabras del defensor de los derechos humanos de Colombia, la tendencia de esta ola migratoria es a seguir aumentando. También dijo que está población está más expuestos a ser utilizada por los grupos armados ilegales y las organizaciones criminales.
“En los últimos 15 días han pasado cerca de 4 mil 290 menores de edad. Esta es una población en alto riesgo de manera particular quienes viajan no acompañados, dado que se exponen a peligros adicionales como la trata o la explotación sexual comercial”, acotó.

