Panamá está bajo la lupa de la comunidad internacional, luego de que Human Rights Watch denunciara atroces crímenes perpetrados contra migrantes en el tapón de Darién, la frontera natural que separa a Panamá y Colombia.
En el informe, la organización con sede en Nueva York, Estados Unidos, expuso que Colombia y Panamá no están protegiendo ni asistiendo a los migrantes y solicitantes de asilo que transitan por esta selva. Tampoco están investigando adecuadamente los abusos cometidos en su contra.
De momento, ninguna autoridad se ha pronunciado, a pesar de que el documento titulado “Abandonados en la selva: Protección y asistencia para migrantes y solicitantes de asilo en el Tapón del Darién”, menciona que fuerzas de seguridad panameñas parecen haber cometido abusos contra migrantes, conductas que incluían “explotación sexual” por parte del personal del Servicio Nacional de Migración y del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront).
Para el defensor del pueblo, Eduardo Leblanc, lo que viene a hacer este informe es visibilizar un problema que está ocurriendo en la selva colombo-panameña. “El tema de la falta de respuesta es una realidad y ninguna institución del Estado u oenegé estaba preparada para recibir 520 mil personas como ocurrió el año pasado”, apuntó.
A juicio de Leblanc, esta área selvática debe estar custodiada por el ejército colombiano y la fuerza pública de Panamá. Así lo definió: “No es llamar a militarizar la selva, es proteger a los que están en el camino de la mafia internacional y de los carteles”.
En palabras del defensor del Pueblo, la atención a esta crisis humanitaria requiere dos tipos de respuestas: una fuerza multinacional que vigile la selva entre ambos países y una investigación penal conjunta entre Panamá y Colombia, para aclarar estos crímenes.
Otras sugerencias
Mientras que Human Rights Watch recomendó enfrentar esta realidad sugiriendo que tanto Colombia como Panamá designen un alto funcionario o asesor encargado de coordinar la respuesta al aumento de la migración a través del tapón del Darién.
El informe también señala que ambos gobiernos deberían colaborar con organizaciones humanitarias y comunidades locales para establecer un mecanismo conjunto de rescate de personas desaparecidas en el tapón del Darién, así como para la identificación y recuperación de los cuerpos de personas fallecidas en la selva.
Además, se exhortó a redoblar los esfuerzos para prevenir, investigar y sancionar la violencia sexual contra migrantes y solicitantes de asilo.