El Ministerio de Salud (Minsa) informó que, tras la notificación de un caso confirmado de fiebre amarilla en Costa Rica por parte de las autoridades sanitarias de ese país, se ha intensificado la vigilancia epidemiológica en todos los puntos de entrada a Panamá.
De acuerdo con el reporte oficial, se trata de una paciente estadounidense de 29 años, procedente de la región amazónica de Perú, quien presentó síntomas desde el 7 de octubre e ingresó a Costa Rica el 8 de octubre de 2025. La paciente no contaba con la vacuna contra la fiebre amarilla.
Presentó signos compatibles con la enfermedad y, tras recibir atención inicial en un hospital privado, se le realizaron estudios que confirmaron el diagnóstico positivo. Actualmente, se encuentra hospitalizada en un centro de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), donde recibe atención médica especializada.
El Minsa recordó que en Panamá no se registran casos positivos de fiebre amarilla selvática desde 1974, aunque mantiene activas las acciones de vigilancia y prevención para evitar la reintroducción del virus.
La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda causada por el virus homónimo, transmitida principalmente por la picadura de mosquitos Aedes aegypti en zonas urbanas, y por Haemagogus spp. y Sabethes spp. en áreas selváticas o boscosas. Los síntomas pueden variar desde formas leves —con fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, pérdida del apetito, náuseas y vómitos— hasta casos graves que incluyen dolor abdominal, ictericia, sangrados y complicaciones hepáticas o renales.
El Minsa recomienda a la población aplicarse la vacuna contra la fiebre amarilla si no ha sido vacunada y reside en las regiones de riesgo, como Panamá este, Guna Yala, la zona este de Colón y Darién, así como vacunarse antes de viajar hacia estas zonas dentro del país o hacia países con circulación del virus, incluyendo Colombia, Perú, Bolivia, Brasil, Venezuela, Guyana y Ecuador.
Además, se aconseja evitar la picadura de mosquitos mediante el uso de repelente, ropa de manga larga, pantalones largos, mosquiteros y mallas en ventanas y puertas, y eliminar los criaderos de mosquitos.
El ministerio reiteró que la vacunación es la medida más eficaz para prevenir la enfermedad. Una sola dosis confiere protección de por vida, y su efecto protector inicia aproximadamente 10 días después de la aplicación.


