Las proyecciones climáticas para los próximos tres meses, es decir, mayo, junio y julio, tienen en la expectativa a autoridades, productores y otros sectores, tomando en cuenta el calor y las pocas lluvias que se reportan actualmente.
En un informe, el Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá emitió algunos pronósticos, como por ejemplo que mayo será un mes de transición, donde se empiezan a generar, aguaceros desde moderados hasta muy fuertes con mayor cobertura en la vertiente del océano Pacífico.
No obstante, indica el documento que julio se caracterizará por una “marcada disminución” de las lluvias después de que se produzca el primer máximo de lluvias durante el mes de junio.
“Por lo general, esa disminución de las lluvias en julio, es el resultado de condiciones especiales de la circulación general de las masas de aire”, precisa el informe.
El análisis
En palabras de la directora del Instituto de Meteorología e Hidrología, Luz Graciela de Calzadilla, estos son pronósticos, pero lo que viene observando es el atraso de la temporada lluviosa.
“En Chiriquí ya se han reportado lluvias, pero no son sostenidas. Ahora mismo estamos en esa incertidumbre y todavía no podemos decir que ya entró la temporada lluviosa”, acotó.
A juicio de Calzadilla, hay probabilidad de 80% para que se declare el fenómeno de El Niño, lo que significa menos lluvias y altas temperaturas, para el trimestre de junio, julio y agosto.
“Todavía se está manejando altas probabilidades de que ocurra, pero aún no se ha declarado formalmente. Tendríamos menos lluvias y temperaturas elevadas”, apuntó.
La funcionaria indicó que han estado reuniéndose con autoridades del Ministerio de Desarrollo Agropecuario y del Instituto de Acueductos y Alcantarillados (Idaan), puesto que un fenómeno de El Niño dura entre 12 y 18 meses.
Eso implica que si a mediados de año se declara este fenómeno coincidiría con la temporada seca de 2024. “Las cosas no son fáciles y debemos prepararnos”, añadió.
El agua
Por su parte, el director del Idaan, Juan Antonio Ducruet apuntó que toma meses, probablemente 60 días, volver a recuperar el nivel del lago Alajuela, el cual abastece de agua a 1.5 millones de personas de la provincia de Panamá.
De hecho, precisó que el lago amaneció con 204 pies, muy por debajo de lo que se requiere para que opere con normalidad, que es de 210 pies sobre el nivel del mar.
“Al estar por debajo de los 210 pies [el lago Alajuela] nos produce una deficiencia en el abastecimiento de la ciudad de Panamá de cerca de 30 millones de galones por día. Mientras que en la potabilizadora de Cabra se está recuperando con algunas lluvias”, apuntó.
De acuerdo con Ducruet tomando en cuenta el escenario actual y los pronósticos, no se estima una pronta recuperación de los embalses, ya que se esperan recuperar los niveles de los embalses en julio o principios de agosto.
“Esto conlleva a seguir tomando medidas como probablemente declarar una emergencia que permitan adoptar medidas de contingencia”, sostuvo Ducruet, quien precisó que esa sería una decisión del Ministerio de Ambiente.
Además, al igual que Calzadillas, dijo que si entra un fenómeno de El Niño, el verano del 2024 será muy seco, con lo cual hay que estar preparados con más aguas subterráneas (pozos), mejorar los sistemas, reparar las fugas y optimizar el suministro.
Sector agrícola
Ya el pasado 25 de abril se llevó a cabo una reunión entre autoridades del Ministerio de Desarrollo Agropecuario y productores de Chiriquí en la que se formularon recomendaciones, considerando el comportamiento climático para los próximos meses, cuando se inicia la época de lluvias y la siembra de los principales cultivos agrícolas.
La jornada fue convocada por la unidad ambiental y de cambio climático del Mida, en coordinación con el Instituto de Meteorología de Panamá.
Entre las recomendaciones está el mantenerse informado sobre el comportamiento de los factores climáticos que pueden incidir en el desarrollo de las explotaciones agropecuarias, como son la temperatura, la humedad relativa, las radiaciones solares y la nubosidad, entre otros, para que se puedan tomar las decisiones más correctas.
