Para este 2024 se prevé que la temporada de huracanes en el océano Atlántico tenga una actividad superior a lo normal, de acuerdo con las proyecciones de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, siglas en inglés).
Aunque históricamente el paso de los huracanes por la región no tienen una incidencia directa en nuestro país, siempre hay posibilidades de sentir los efectos indirectos, tal como se dio a finales del año 2020 con los huracanes Iota y Eta, que provocaron afectaciones en varias regiones, entre ellas las provincias de Chiriquí y Bocas del Toro.
El Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá hizo referencia al reporte de la NOAA destacando que se tiene previsto que en la temporada (1 de junio al 30 de noviembre) se registren entre 17 y 25 tormentas en el Atlántico.

Además, existe un 85% de probabilidades que se registre una temporada por encima de lo normal, un 10% que sea casi normal y un 5% que esté por debajo de lo normal.
“La NOAA pronostica un rango de 17 a 25 tormentas con nombre en total (vientos de 39 mph o más). De ellos, se pronostica que de 8 a 13 se convertirán en huracanes (vientos de 74 mph o más), incluidos de 4 a 7 huracanes importantes (categoría 3, 4 o 5; con vientos de 111 mph o más). Los pronosticadores tienen un 70% de confianza en estos rangos”, se plasma en el reporte.
Entre los factores que incidirán para que la actividad de los huracanes sea superior a lo normal este año están temperaturas oceánicas cálidas ―casi récord en el océano Atlántico―, el desarrollo de condiciones del fenómeno de La Niña en el Pacífico, la reducción de los vientos alisios del Atlántico y una menor cizalladura del viento. Estos factores tienden a favorecer la formación de tormentas tropicales.


