La Unión Nacional de Ciegos de Panamá realizó una protesta este miércoles 16 de abril, exigiendo que el alcalde del distrito capital, Mayer Mizrachi, reactive el pago de los aportes económicos que otorgan a esta organización sin fines de lucro, la cual opera desde hace 62 años.

La agrupación denunció que atraviesa una grave crisis debido a la suspensión de dichos aportes por parte de la Alcaldía de Panamá. Esta situación mantiene preocupada a la organización, ya que existe la amenaza de un posible cierre.
La manifestación, realizada con bastón en mano, consistió en el cierre de un paño de la vía en el sector de Las Lajas, corregimiento de Las Cumbres, en Panamá norte, con el fin de visibilizar el problema y exigir una solución inmediata.

En un comunicado, la Unión Nacional de Ciegos de Panamá —presidida por Fausto Pérez— instó al alcalde Mizrachi a efectuar el pago inmediato de los subsidios atrasados, que suman siete meses de deuda.
También hizo un llamado a la ministra de Educación, Lucy Molinar, para que gestione el nombramiento de personal especializado en orientación y movilidad. Asimismo, solicitó que se otorguen licencias a docentes que han perdido la visión, a fin de facilitar su rehabilitación.
Además, la organización apeló al Gobierno para que implemente políticas concretas de inclusión laboral, asegurando oportunidades de empleo para las personas con discapacidad visual, quienes buscan acceso a un trabajo digno y equitativo.
Pérez solicitó que la población con discapacidad pueda formar parte del programa “Mi Primer Empleo”. “Necesitamos que este programa abarque a las personas con ceguera total, ya que es difícil conseguir trabajo”, indicó.
La tasa de desempleo entre las personas ciegas es alarmante, situándose en un 29%, aunque se sospecha que esta cifra ha aumentado en los últimos años.
Pérez explicó que “la posible pérdida de este apoyo económico no solo pondría en riesgo el funcionamiento de la organización, sino también el futuro de personas con discapacidad visual, que llegan al centro de rehabilitación y que dependen de sus programas para mejorar su calidad de vida”.
La Unión Nacional de Ciegos de Panamá ha desempeñado un papel crucial en la rehabilitación y formación de personas con discapacidad visual. A través de sus programas, los beneficiarios aprenden a leer y escribir en braille, se capacitan en el uso de herramientas tecnológicas como el lector de pantalla JAWS y desarrollan habilidades de orientación y movilidad.
Asimismo, se les brinda formación en manualidades, como la elaboración de hamacas, correas y pulseras, lo cual les permite generar ingresos propios y alcanzar una mayor autonomía económica.
En Panamá, los indicadores del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) señalan que hay 173,079 personas con discapacidad, lo que equivale al 4.3 % de la población total. Por su parte, la Primera Encuesta Nacional de Discapacidad (Pendis) revela que más de 83,000 personas padecen discapacidad visual.
Se buscó la posición de la Alcaldía de Panamá, pero aún no han emitido una respuesta sobre el pago del subsidio a la Unión Nacional de Ciegos de Panamá, ni sobre el monto adeudado durante los siete meses.

