El staffordshire bull terrier

Para los que somos amantes de las razas caninas tipo bull, el staffordshire bull terrier, llamado también staffy, es sin duda una de las más completas y menos conocidas. Su pequeño tamaño, pelo corto, resistencia y una seguridad como pocas, lo hacen el perro ideal. Sus orígenes son similares a los que poseen en común las razas bull dog y el antiguo terrier, pero su estética particular lo hace inconfundible, cosa que no sucede habitualmente entre el pittbull y el american staffordshire terrier. Sus orígenes como perro de pelea han dejado en su genética un umbral de dolor altísimo, lo que los hace confiable con los seres humanos y sobre todo con los niños, por quienes tiene una especial devoción. Imaginemos que en las cruentas peleas de perros de la vieja Inglaterra, cocían sus profundas heridas sin ningún anestésico, sin que ellos fueran capaces de tener el mínimo grado de agresión hacia sus salvajes propietarios. Contemporaneamente con las peleas de perros, se desarrollaba otra actividad llamada Rat–Killing, donde estos perros competían para demostrar cuál mataba más ratas en menor tiempo, llegando estos ejemplares a abatir 15 roedores en un minuto. En la actualidad, está lejos de ser un perro de pelea, infinidad de hogares lo han escogido como compañero, sabiendo que también desarrollará su aptitud natural para la guardia. Su altura a la cruz es de 37 cm promedio y su peso cerca de 14 kg. Se admiten varios colores y combinaciones con blanco. Su marcada musculatura, agilidad y mejillas muy pronunciadas son sus características más visibles. Tienen excelente disposición para aprender.