Cuando eres pelao, el arquero del equipo en el recreo suele ser el que peor juega fútbol, o al menos así fue como terminé en esta posición. Ya después, con el entrenamiento y la experiencia es que vas adquiriendo elasticidad, técnica y pasas a ser un elemento fundamental en cualquier equipo.
Sin embargo, la responsabilidad que conlleva esta posición es mayor a la de cualquier otro jugador en el equipo. Amigos lectores, seguramente ustedes serán defensas, mediocampistas o delanteros, y me dirán que es falso lo que comento, pero estoy seguro que no es así.
Y es que el portero no se puede equivocar. El arquero es lo único que separa al balón de la línea de gol, esa última esperanza en el equipo cuando el delantero contrario logra rebasar a casi todos los jugadores, lo que te obliga a depositar tus esperanzas en ese número 1 que se encuentra debajo de los tres postes.
Un delantero puede equivocarse en todos los tiros durante un partido, un mediocampista puede estar desconcentrado y sin visión del juego, e inclusive, un defensor (con casi la misma responsabilidad del arquero) puede dejarse desbordar por una marca. Pero queridos lectores, gústeles o no, el arquero no tiene ese lujo.
En los resúmenes televisivos y videos en youtube, son más populares los goles que las atajadas.
Inclusive, hoy en día cuando se debate sobre quién puede ganar el balón de oro, hay que recordar que solamente 1 vez en la historia un portero ha tenido esta distinción (Lev Yashin, 1963).
En un deporte que ha tenido grandes exponentes como Casillas, Buffon, Kahn, Taffarel, Dino Zoff, Schmeichel, por nombrar tan solo algunos, ¿cómo se explican que tan solo un arquero haya obtenido esta distinción?
Definitivamente, el portero es la posición más ingrata en el deporte.