Las negociaciones sobre el Canal de Panamá tuvieron dos etapas fundamentales: la revisionista, que recogió los esfuerzos de los gobiernos panameños por modificar determinados aspectos del tratado de 1903 y terminó con la gesta de enero de 1964, y la abrogacionista, que comenzó a gestarse en la conciencia panameña desde 1958 con la llamada siembra de banderas que se repitió en 1959. Se fortaleció con la “instrucción Panamá” del presidente Dwight D. Eisenhower de 17 de septiembre de 1960, mediante la cual la bandera panameña ondearía junto a la de Estados Unidos, “en cierto lugar como evidencia visual de la soberanía titular de Panamá en la Zona del Canal”, lo que sucedió el 21 de septiembre de ese año.
Para llegar a la etapa abrogacionista concreta hay que recorrer varios pasos y salvar graves escollos. Desde el 10 de enero de 1961 el gobierno del presidente John F. Kennedy adoptó formalmente una política cuyo concepto central estará vigente hasta principios de diciembre de 1964, que consideraba mantener intactos “todos los derechos, poderes y autoridad concedidas a Estados Unidos por la Convención de 1903” y sus enmiendas de 1936 y 1955, mientras se completaba un nuevo canal que debería estar funcionando en 1980. El 8 de septiembre de 1961, Chiari le envió una carta a Kennedy en la que propuso al nivel presidencial y por vez primera ante el presidente de Estados Unidos la revisión integral del tratado de 1903 y sus enmiendas.
Después de los graves sucesos de enero de 1964, se dio un paso importante en esta etapa abrogacionista cuando en el seno de la OEA se planteó un comunicado el 15 de marzo de 1964 que decía: “Los gobiernos de la República de Panamá y de Estados Unidos de América han convenido en restablecer relaciones diplomáticas a la brevedad posible para procurar la pronta eliminación de las causas de conflicto relativas al Canal de Panamá y para tratar de resolver otros problemas existentes entre ellos, sin limitaciones o precondiciones de ninguna especie. Cualesquiera convenios que resulten estarán sujetos a los procedimientos constitucionales de cada país”. Se manifestó, más directamente, la renegociación de los tratados sobre el Canal de Panamá, aunque no se especificó de manera taxativa que se abrogaban los tratados existentes.
El presidente Chiari se apresuró a declarar en comunicado al país del 15 de marzo su interpretación más favorable a Panamá. Sin embargo, el presidente Johnson le salió al paso el 16 de marzo y declaró en la sede de la Organización de Estados Americanos que “informes de prensa indican que el Gobierno de Panamá siente que el lenguaje que ha estado bajo consideración por muchos días compromete a Estados Unidos a rehacer y revisar el tratado de 1903. Nosotros no hemos hecho tal compromiso y no pensamos hacerlo antes de que las relaciones diplomáticas se hayan restablecido y a menos que un arreglo justo y satisfactorio se acuerde”. Después de intensas conversaciones, el presidente Johnson, el 21 de marzo, hizo una declaración solemne en la que dijo que no había nada que los comprometiera a renegociar enteramente los tratados existentes, aunque en la Declaración Conjunta del 15 de marzo sí hubiese pactado renegociarlos a pesar de no abrogarlos. Al presidente Chiari no le quedó más remedio que aceptar y el 24 de marzo le dijo al país que estaba satisfecho y de acuerdo con el presidente Johnson.
El 3 de abril se firmó el acuerdo entre los representantes de la República de Panamá y de Estados Unidos de América, Miguel Moreno y Ellsworth Bunker, que recogía la sustancia y casi todo el texto del comunicado de la Delegación de la Comisión General del Consejo de la OEA del 15 de marzo y marcó simbólicamente el inicio de la etapa abrogacionista. El presidente Chiari nombró a Jorge Illueca como negociador y el presidente Johnson a Robert Anderson.
Desde la primera reunión el 12 de junio hasta la última con Illueca, Anderson rechazó de plano la abrogación del tratado de 1903, asunto que no había sido decidido aún por el gobierno del presidente Johnson, que no había cambiado el memorándum de Seguridad Nacional del presidente Kennedy de 1961 sobre el tema. En noviembre renunció Illueca y el ministro Fernando Eleta tomó la dirección por Panamá de la negociación y logró que Estados Unidos conviniera en abrogar los tratados existentes.
A pesar de la solicitud formal de Panamá por una Declaración Conjunta presentada el 2 de diciembre, los estadounidenses se inclinaron por una Declaración Unilateral del presidente Johnson que hizo el 18 de diciembre de 1964 en la que afirmó: “Hoy hemos informado al Gobierno de Panamá que estamos dispuestos a negociar un nuevo tratado. En ese tratado debemos conservar los derechos que son necesarios a la operación y protección eficaces del Canal, y la administración de las zonas necesarias para estos fines. Ese tratado reemplazaría al tratado de 1903 y sus enmiendas. Debe reconocer la soberanía de Panamá. Debe fijar su expiración para cuando entre en funciones un canal a nivel del mar. Debe prever el cumplimiento efectivo de nuestras responsabilidades comunes respecto a la defensa hemisférica”. Ese día comenzó, de manera realmente factible, la etapa abrogacionista que culminó con los tratados Torrijos-Carter de 1977.
FUENTES
Editor: Ricardo López Arias
Autor: Omar Jaén Suárez. Historiador, geógrafo y diplomático.
Fotografía: Colección RLA/AVSU
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