En los textos está denominada como la fortaleza española más grande del Nuevo Reino.
Ubicada en la ciudad vieja, justo en la vía del aeropuerto hacia el centro, el Castillo de San Felipe tardó más de 120 años para ser culminado. Construido desde 1536 y hasta 1657 esta edificación tuvo como nombre inicial Castillo de San Lázaro.
Aún durante el recorrido, y preferiblemente con alguien que lo oriente, puede observar dónde está ubicado el tendal para el artillero, pasadizos superficiales, los sitios donde descansaban, la cocina, galerías y hasta los escondites donde guardaban la pólvora prevenidos a los ataques.
Justo al llegar encontrará vendedores ambulantes que le recomendarán comprar agua y otras bebidas para mitigar el calor, hágalo, manténgase hidratado, sobre todo en la visita al castillo que es de subidas empinadas y poca sombra.
En la parte superior del castillo hay una pequeña tienda donde podrá comprar bebidas y souvenirs, incluso hay un baño, léase bien, un solo baño para hombres y mujeres.
La visita al castillo es obligatoria, es curioso conocer las estrategias de defensa y ataque que se tenían en aquellos tiempos y sobre todo ver parte de las estructuras y trampas con las que cuenta el recinto.
Desde él se defendió a la ciudad de varios asaltos, sin embargo, en 1697 cayó en manos del varón francés De Pointis. Y a pesar de los varios intentos salió airoso de los ataques del almirante Vernon, quien no pudo lograrlo jamás.
Luego de la carga histórica disfrute de una maravillosa vista de parte de la ciudad antigua de Cartagena desde las alturas del castillo y aprecie la laguna de San Lázaro que acompañan el panorama.

