Para muchos padres, el amor hacia sus hijos no es incondicional. Y esta es una de las tantas realidades sobre la paternidad de las que no se habla. Lo que es cierto, es que el amor y apoyo de los padres juega un papel fundamental en el crecimiento de todo niño.
Una prueba de esto es Carlos Chavarría, quien pertenece a la comunidad Lgbtq+ y que en estos momentos se encuentra en un gran momento profesional. Chavarría no es tímido al confesarle a La Prensa que gracias al apoyo incondicional de su madre, él “ha logrado crecer”.
Platica que lo difícil que fue confesarle a su madre sus preferencias sexuales y que ella no fue “super abierta” en ese momento. “Mi mamá tenía mucho miedo sobre qué me iban a hacer en la calle, todo el tema de la discriminación”, recuerda Chavarría, quien entiende que los temores que tuvo su madre provienen de una sociedad que no acepta del todo a las personas Lgbtq+, sumado a la desinformación, a los mitos, etc.
“Nosotros fuimos a terapia, hablamos de nuestros miedos, pero nunca fue con intención de cambiar quién yo era”, explica Chavarría, agregando que, debido a la muerte de su padre, siempre han sido “mi mamá y yo contra el mundo. Si ella no me hubiera apoyado, no creo que fuese el profesional que soy ahora”.
Como reconoce Chavarría, para su madre la noticia fue difícil al inicio y es un sentimiento por el que muchos padres con hijos Lgbtq+ pasan. Miriam Sánchez, por su parte, se enteró de que su hijo era trans cuando él tenía 30 años. “A los 18 años me dijo que le gustaban las mujeres y yo creí, erróneamente que era lesbiana, hasta que me dice que sentía que no se identificaba con su sexo asignado al nacer”, recuerda Sánchez, quien admite que esa segunda vez, a pesar de que ya era más consciente sobre los temas Lgbtq+ le costó procesar, sobre todo por los cambios físicos, por los cuales pasa una persona trans, algo que es difícil para la persona, sus padres y su entorno. “Yo nunca imaginé tener en mi familia a una persona de la comunidad diversa. Mi hija me podía llevar amigos que eran gay o lesbianas y yo no tenía ningún problema, pero es muy diferente cuando le toca a uno mismo. Entonces fue un impacto para mí, no me lo imaginaba”, confiesa Sánchez.
Para ella “nadie pide tener un hijo que venga con alguna discapacidad, que venga con algo diferente al resto del mundo, y cuando nosotros aceptamos ser padres desde el momento que los concebimos, debemos tener la misma valentía de decidir seguir con ellos, viviendo la vida que ya les dimos, agarrados de las manos de nuestros hijos, y no decirles solamente “te amo”; es demostrárselo, olvidándonos de las expectativas que teníamos”, recomienda, siendo consciente que hay padres que se niegan a aceptar a sus hijos porque “primero son sus creencias religiosas”. Sánchez recalca que “la familia es el núcleo primordial de nuestros hijos, entonces nosotros le dimos la vida y tenemos que seguir con ellos y debemos afrontar y debemos ser valientes, porque no es el fin del mundo tener un hijo Lgbtq+”.
Es normal no saber cómo reaccionar
“Cuando en la vida de un adulto ocurren situaciones que no son las que está esperando u ocurre algo diferente a lo que está acostumbrado, entonces siempre se genera una resistencia y es un proceso natural por la cual atravesamos todas las personas cuando estamos frente a una situación nueva y, sobre todo, en las situaciones nuevas donde no sabemos cómo reaccionar, no entendemos, no sabemos qué tenemos que hacer y, por lo tanto, entonces sentimos mucho miedo y eso hace que nuestros sistemas de defensa se activen con mucha fuerza”, explica la psicóloga clínica, Ana Elisa Villalaz (@anaelisavillalaz), diciendo que es muy importante poder estar conscientes que esta es una forma automática en la que “todos reaccionamos porque todos tenemos un cerebro que está constituido de la misma manera y esta es la forma en que nuestro cerebro reacciona para poder garantizar la supervivencia”. Por eso, es normal si al enterarse de que su hijo pertenece a la comunidad Lgbtq+ su primera reacción no es positiva.
Aprendiendo a aceptar
Si bien, no es una obligación aceptar a un hijo Lgbtq+, hay algunas herramientas brindadas por profesionales para aquellos que sí deseen hacerlo, más allá de sus creencias o convicciones. El primer paso que recomienda la psicóloga clínica, Madelaine Castro, es esclarecer cuál es la prioridad con respecto a los hijos. “Cuando hablamos de salud física y salud mental, ¿a qué nos referimos específicamente? Tomamos en cuenta el tema de la aceptación propiamente, como realmente es la aceptación. Cuando nosotros quedamos embarazados, nosotros le pedimos a Dios o a nuestro poder superior que venga con salud, ¿no? Es lo que escuchamos nosotros en la gran mayoría de las personas cuando están en estado de embarazo. No hacemos una petición de cuál sea su identidad de género o su identidad sexual”.
Castro indica que es muy importante cómo los padres abordan la situación a nivel mental. ¿Qué significa para mí? ¿Cómo afronto esta situación? ¿Qué expectativas tengo con respecto a mi hijo o a mi hija? ¿Qué rol quiero yo que ejerza en la vida? Son algunas preguntas que la especialista recomienda hacerse, entendiendo también que cuando un ser humano llega al mundo tiene todo el derecho a decidir sobre su vida, sobre sí mismo y sobre sus gustos. “Entonces tiene mucho que ver con el afrontamiento”.
Castro recomienda, además, buscar ayuda profesional, como puede ser en grupos enfocados a brindar ayuda e información sobre temas Lgbtq+, como Hombres Trans Panamá, Unidos Panamá o PFLAG, entre otros. “Y esos son lugares donde nosotros podemos buscar ayuda para orientarnos, para tener conocimiento al respecto de algo que es completamente nuevo, innovador para nosotros y que muy probablemente no teníamos en cuenta como padres de familia”, recomienda Castro, agregando que “como todo en salud mental, hablarlo y compartirlo con la persona adecuada o la persona correcta puede generar un cambio muy diferente en cómo abordamos, cómo afrontamos y cuáles son los sentimientos que nos van a acompañar durante este proceso de adaptación”.
Luchando contra la vergüenza y violencia
Entre los varios motivos por los cuales a un padre le puede costar aceptar que su hijo sea Lgbtq+ es la vergüenza. Para ello, Madelaine Castro reitera que un padre ame a su hijo por ser su hijo y se sienta orgulloso de él por su integridad, por el ser humano que su hijo es.
Para Castro, el padre de familia “tendría que redefinir muy bien qué significa amar para mí y cuáles son las condiciones que yo tengo que tener para amar a una persona”, así sea su hijo.
“Cuando una familia observa que alguno de sus hijos tiene algunas características que no coinciden con el resto del grupo familiar, entonces se vuelve muy importante que esa familia abra las puertas para aprender algo nuevo, para aprender a cómo organizar y manejar su familia de la manera adecuada para que se pueda generar salud mental, salud física, salud emocional y mucha felicidad dentro de esa familia”, recomienda Ana Elisa Villalaz, ya que la realidad es que las características que tienen que ver con los intereses sexuales o con las características individuales de la sexualidad de cada persona son temas que han de ser respetados y que deben ser respetados y que ha de tenerse mucho cuidado en no generar situaciones de bullying para la persona que tiene unas características distintas al grupo con el que se encuentra y evitar el maltrato, la violencia emocional o física hacia esa persona.
“El mensaje es aprender a vivir desde espacios más profundos, de conexión, de respeto más profundo y brindar los apoyos que se necesiten para que cada persona pueda crecer, desarrollarse, desenvolverse de la manera saludable y feliz que todos queremos para todos. Es importante recordar que todos somos seres humanos, independientemente de los intereses, de las creencias, de los colores de piel, de las formas de pensar y nosotros tenemos que ir aprendiendo a vivir desde el respeto y el amor hacia todos los seres humanos que están con nosotros”, aconseja Villalaz.
