En el español de Panamá, como parte de la familia léxica de matiz despectivo formada por cholo, que se utiliza para decir “persona de facciones… [amerindias] y cultura hispánica”, “ignorante” o “persona rústica”; cholería, que significa “acción o frase rústica”, y cholada, que se refiere a la “actuación hecha por cholos, de carácter inferior”, se registra también la forma cholera con el significado de “reunión de cholos” y también con el de “cabello abundante, grueso y muy lacio” (Margarita Vásquez, Diccionario del español panameño actual, Panamá, Editorial Universitaria Carlos Manuel Gasteazoro, 20112, sub voce).
En Panamá se habla de “el cholo Victoriano Lorenzo”, considerado héroe, y en el Perú es renombrado “el Cholo Vallejo”. Varios grupos mexicanos o sus descendientes en Estados Unidos hoy reivindican la palabra.
En cuanto a cholera, relativa al cabello, suele considerarse derivación de cholo, forma que circula ampliamente en países de América, desde Estados Unidos (entre los hispanohablantes) y México hasta el Cono Sur, y a la que se le han dado significados varios, como “hombre joven”, por ejemplo, y se le han atribuido orígenes en lenguas amerindias diversas.
No obstante, hay que advertir que cholera “cabello abundante, grueso y muy lacio” se vincula con chola (del portugués chola, sinónimo de cabeza), que también es del español regional peninsular (de Asturias, Galicia, Salamanca, etc.), se relaciona con la forma castellana informal cholla “cabeza humana”, y que se habrá extendido en América por influjo canario (véase Miguel Álvarez Nazario, La herencia lingüística de Canarias en Puerto Rico, San Juan de Puerto Rico, Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1972, p. 125).
Por corrección política, reconforta señalar que cholera no se reduce a una forma despectiva, aunque seguramente haya influido en su uso, y que, en vez, se basa en otra que quiere decir cabeza, considerada parte noble del cuerpo humano.
El autor es investigador lingüístico y literario y profesor de idiomas

