La riqueza natural de Panamá sigue asombrando, tanto a la comunidad científica, como al público en general. Cada nuevo descubrimiento es una oportunidad de estudiar y tratar de entender mejor las maravillas del ecosistema y, de paso, recordar que aún no es demasiado tarde para tomar conciencia y protegerlo.
Uno de esos nuevos motivos ha sido descubierto recientemente. Se trata de una salamandra sin pulmones del grupo Bolitoglossa (caudata: plethodontidae), que fue hallada en las tierras altas del occidente panameño, específicamente en la cordillera de Talamanca, al oeste del país.
Detrás de este hallazgo se encuentran Abel Batista, investigador de la Universidad Autónoma de Chiriquí y miembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI-SENACYT) y los investigadores panameños Marcos Ponce, Deivy Navarro y Roger Morales.
Esta nueva especie fue bautizada como Bolitoglossa cathyledecae, en honor a la conservacionista Cathy Ledec, apasionada por preservar el hábitat de las salamandras en el Neotrópico.
Características
Entre los rasgos más característicos de esta nueva especie destaca su coloración dorsal y ventral, las membranas en los dedos de las manos y pies y un recuento de dientes maxilares comparativamente alto en relación con su tamaño corporal. Así como la ausencia de pulmones.
“Las salamandras sin pulmones han optimizado su mecanismo de respiración y lo han llevado a otro nivel. Ellas utilizan su piel húmeda y permeable para el intercambio de gases, oxígeno y dióxido de carbono”, explicó Batista, quien añadió que entre los animales vertebrados terrestres es el único grupo que presenta esta particularidad de no poseer pulmones.
Situación actual
En Panamá hay 31 especies de salamandras, de las cuales 13 se encuentran en peligro. Y aunque es muy temprano para saber el estado real de este nuevo espécimen, debido al pequeño hábitat al que está restringido, los especialistas sugieren que se clasifique como una especie en peligro crítico, de acuerdo con las categorías y criterios de la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. “La presión antropogénica alrededor del área probablemente conducirá a una mayor disminución de las poblaciones a través del deterioro del hábitat y la reducción del área de ocupación”, compartieron los investigadores a través de un comunicado.


