El pintor Radamés Pinzón (Panamá, 1975) admite estar en un momento de cambios. De introspección, tanto personal como de su obra. Por eso el próximo martes 23 de abril inaugurará su exposición Mensaje a Occidente, la cual recorre su trabajo a través de unas 10 pinturas ganadoras de diversos premios como el Roberto Lewis.
“Estamos en un momento de transición, entre cómo conocíamos al mundo antes de la pandemia y cómo estamos entrando ahora en este mundo de las redes sociales. Por lo tanto, muchos de los lenguajes que desarrollé en mi trabajo a lo largo de los años, durante los cuales gané premios, estaban más relacionados principalmente con el mensaje de la identidad, algo más regional. Sin embargo, sé que en este momento de cambio, mi obra también está experimentando la misma influencia”, dice Pinzón en una entrevista para La Prensa.
Con esta exposición, que se llevará a cabo en el cuarto piso del Edificio de Artes Plásticas, Alfredo Sinclair, desde las 7:00 p.m., Pinzón busca crear un manifiesto, de lo que fue su trabajo hasta la fecha a lo que será su obra a partir de ahora en adelante.
“Estoy intentando, o intentaré después de esta etapa crear un lenguaje mucho más amplio, pero, reflexionando sobre mis obras me di cuenta de que siempre me dirigía hacia allá. Solo que primero debía entenderme a mí mismo, quién soy yo y hacía dónde voy”, reflexiona Pinzón, quien a pesar de este pensamiento asegura que su obra siempre ha estado en constante cambio.

La obra de Pinzón se caracterizaba por los blancos y negros, siendo muy existencialista y, como él admite, muy negativa. “Era un crítico social, leía mucho a Freud y Erich Fromm. Pero dentro de mí también había una reconstrucción del mundo como lo percibía. Ahora, en cambio, veo la realidad distinta, porque he encontrado respuestas”. También dice tener una memoria ancestral muy fuerte que hace que con su trabajo introspección sobre Panamá, de dónde viene la ciudad, hacia dónde va.
Para esta exposición, el objetivo principal del autor es que su trabajo llegue a más personas, “porque aquí hay un mensaje fuerte”. Ya que, a pesar de ser un ganador de múltiples premios no se considera una persona fuera de lo común y justo espera que eso vean las personas al ver su obra. “Las cosas son posibles si te preparas. Yo soy un panameño de a pie, que anda en bus, que carnavalea, que va a bailes, que hace todo lo que hacen los demás. Solo debemos potenciar nuestro mundo interior, porque la capacidad está allí”, dice Pizón.
Pizón, confiado en su trabajo, trayectoria y ganas de superación, no teme al afirmar que su meta es “ser uno de los artistas más grandes de Panamá. Es lo que quiero lograr. Tengo que concentrarme. Yo no soy un muchacho pero tengo la fuerza, la voluntad, el poder de crear y el talento”, afirma, recordando a todas las personas que “no tenemos que estar en una gran metrópolis para que lo que hagamos sea importante. El humano tiene valor en cualquier lugar”.

