Griselda López: ‘No me extraña tu presencia’



Griselda López (panameña de Guararé, Los Santos) tiene la virtud de conjugar talento narrativo, mirada inteligente y olfato periodístico en lo que escribe. Es una autora que se enfrenta a su oficio desde sus muchas lecturas y su amplia experiencia en el mundo de la comunicación. Cada libro suyo publicado, es una lección de buen oficio literario y de firme compromiso con la literatura que practica.

No me extraña tu presencia reúne 19 historias, que entre el cuento y el relato, se ocupan de temas como el amor, la soledad, las esperanzas, la política y hasta la minería, transformados por el genio sagaz de esta escritora de raza, que nos emociona con esta sucesión de fragmentos vitales con los que darnos a la reflexión y al disfrute estético.

La aparente sencillez de las historias, sus motivos cotidianos y actuales (inmigración, la guerra, la lucha contra la minería, el feminismo en lugares imposibles), hacen que nos sintamos inmediatamente concernidos por los personajes que ponen en marcha, delante

del lector, el drama de sus fugaces situaciones, revelándonos una profunda necesidad de reflexionar sobre cómo estamos enfrentando nuestra circunstancia personal, nacional y global.

La autora de Las capas del tiempo y de Ultrasonido, arranca sacudiendo nuestra atención con el microrrelato Debajo de la escalera, que nos pone delante de la violencia sobre la mujer y su terrible impacto sobre los niños. Los elementos estructurales, bien equilibrados, convierten esta pieza en una caja de resonancia de colores muy vivos. Su precisión de “titular” se destaca como una herramienta narrativa manejada con brillantez.

Por su cariño y hondura sentimental, El chico de la moto es uno de mis favoritos. Un cuento urbano, de repartidores a domicilio, de buscarse la vida, de atender bien a los demás, de justicia, de pérdidas y de encuentros que van más allá de lo esperado y hasta de lo creíble. Una historia de intensas emociones, tierna, que nos reconcilia con la bondad del ser humano, con la esperanza y el deseo de que las cosas sean más como en

este precioso relato.

Griselda se atreve con un tema de ahora mismo y de siempre. Hecho noticioso constante y de un dramatismo desgarrador, la inmigración que cruza nuestro país buscando una oportunidad en el “Norte”, es la materia de la que se sirve la autora para construir un relato entrañable, una intrahistoria del drama que viven estas personas. En El capitán del barco, una madre y su hijo emprenden el viaje peligroso desde el “Sur”, pasando por Darién, camino de días mejores en otras tierras. Los diálogos concisos y directos, la intensidad emocional de la marcha, nos llevan a la reflexión.

Cierra el libro No me extraña tu presencia, que le da nombre a esta colección de relatos y cuentos, y que lo adopta de un verso de la canción Hola Soledad, que popularizó el gran Rolando Laserie y escribió el argentino Palito Ortega. Relato sobre la soledad, la autora nos lleva a preguntarnos con la protagonista: ¿qué es estar solo?, ¿qué es la soledad?, y nos pasea por una serie de argumentos, de circunstancias, de soledades por la edad, por la actitud, por el olvido. Una maravillosa búsqueda que nos pasea por el viejo bolero, que se convierte en himno y en cómplice.

Con portada de la escritora y pintora panameña Giovanna Benedetti y prólogo de Leonor Calderón, No me extraña tu presencia vuelve a darnos la oportunidad de conocer, para los recién llegados a su obra, y de confirmar para los que ya llevamos tiempo leyéndola, la importancia de la perspectiva estilística, literaria y periodística de esta gran maestra de nuestras letras, cuya voz debe ser escuchada y reflexionada desde la crítica literaria panameña, volcada sobre nuestros clásicos, alejados de los lectores contemporáneos a fuerza de haberse quedado fuera de los circuitos de lectura en escuelas y universidades.

Un libro recomendable, muy actual por los temas que aborda y cómo lo hace, la escritura de Griselda López vuelve con soltura, buscando lectores cómplices con las buenas historias, dispuestos a pasar del mero divertimento al pensamiento crítico y a la acción, porque, como siempre, la escritura de esta periodista y formadora de periodistas durante años es una escritura comprometida.

El autor es docente, periodista y filólogo


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