El 5 de noviembre no solo es un día histórico en el calendario de la patria; también es el día que nace, en 1883, un 5 de noviembre, Ricardo Miró.
Los que todavía se acuerdan del poema ‘Patria’, cada día son menos; y muchos menos los que conocen otros de sus poemas. He reunido algunos datos sobre su obra poética con el propósito de recordarle a nuestros lectores que el poeta también merece un homenaje nacional los 5 de noviembre.
Ricardo Miró es la figura más destacada de su generación, la posmodernista, y el poeta de más prestigio nacional. Su obra poética está publicada en los siguientes libros: Preludios, 1908; Segundos preludios, 1916; La leyenda del Pacífico, 1919; Versos patrióticos y recitaciones escolares, 1925; Caminos silenciosos, 1929; El poema de la reencarnación, 1929; y Antología poética, 1937.
Sus dos primeros libros tienen una unidad temática y estilística que bien pudieron ser uno; no obstante, la diferencia de ocho años que hay entre uno y otro, 1908 el primero y 1916 el segundo, es muy posible que a esto se deba que el autor tituló el primero Preludios, y Segundos preludios el siguiente. Y es importante destacar, también, que este título tan modernista puede deberse a que los dos libros fueron escritos y publicados durante la vigencia del modernismo.
En el primero de los libros, Preludios, de 1908, Miró organiza el libro en siete secciones: ‘Salutación’, ‘Portada’, ‘Preludios’, ‘Historia juvenil’, ‘Crepúsculos interiores’, ‘Sonetos’ y ‘Frisos’. Abre el libro con un soneto alejandrino dedicado a Rubén Darío, y lo cierra con cuatro sonetos alejandrinos de escenario y personajes griegos dedicados a otra figura modernista, Guillermo Valencia. Bajo el sugerente título ‘Portadas’, presenta un segundo soneto en versos alejandrinos, titulado ‘Soy panameño’. Mientras que el primer soneto está escrito en un genuino lenguaje modernista, el segundo está escrito en un lenguaje despojado de llamativos ornamentos y con sencilla belleza proclama su orgullo de ser panameño y su fe en los “grandes destinos” de Panamá, pues somos “la raza futura”, lo que equivale a decir el mundo nuevo. En el primer soneto le dice a Darío: “seré en tu regia corte de sabios y poetas, / como un francés, artista; noble como español”. Y el del segundo, ‘Soy panameño’, es precisamente un “rechazo al cosmopolitismo… regreso a la tierra y los motivos locales”.
Este contrapunto modernismo-posmodernismo se encuentra en los dos libros iniciales citados, hecho explicable y común en todos los autores de esta generación. También su Segundos preludios está dividido en siete secciones: ‘Blasón’, ‘Doblando el cabo’, ‘Versos de amor y de esperanza’, ‘Versos del crepúsculo’, ‘Sonetos’, ‘Los poemas profanos’ y ‘Patria’. Sin embargo, en este segundo libro encontramos más diluido el modernismo que en el primero: “y canto en claros versos lo que siento”, dice en el soneto que preside el libro, bajo el sugerente título de ‘Blasón’, y lo cierra con ‘Patria’.
Destaco estos detalles, que encontramos en la obra de Ricardo Miró, porque han confundido bastante a sus comentaristas, confusión acentuada con el hecho de que el gran tema reiterativo de Miró es Miró.
(La segunda parte de este artículo está prevista para publicarse el jueves 10 de noviembre de 2022)
