La tecnología ha cambiado la forma en cómo vivimos el día a día tanto de forma positiva como negativa.
Cuando se trata de la pantallas de dispositivos electrónicos como celulares o monitores, que proyectan luz azul, exceder el tiempo de su uso puede traer ciertos problemas de salud.
Dos semanas de exposición a esta luz, según los expertos, tendría el mismo efecto en la piel que exponerse de 60 a 90 minutos a luz solar directa en verano.
Las consecuencias en la piel son: el aumento en la producción de radicales libres y un retraso en la reparación de la barrera cutánea, lo que, a su vez, se traduce en un envejecimiento prematuro o el desarrollo de lesiones premalignas y malignas.
Pero, también puede causar cambios en el ritmo circadiano, pues altera la melatonina (hormona del sueño) lo que conlleva a trastornos del ciclo de vigilia y sueño.
La dermatóloga Karen Miller Linares explica que a diferencia de lo que se puede creer, estos efectos son visibles a corto plazo. “En el caso de los ojos, los efectos se pueden notar en un plazo de hasta 1 semana. En la piel, depende de la exposición, frecuencia e intensidad, pero ya los estudios han demostrado cambios a nivel celular en tan solo 18 minutos y siendo el pico máximo a las 24 horas de exposición”.
La especialista resalta que los cambios más notorios en la piel se van a dar luego de 1 a 2 semanas, caracterizados por la aparición de manchas oscuras y arrugas. Los estudios in vitro han reportado que en tiempo prolongado, se puede llegar a desarrollar un cáncer de piel.
Se debe tener en cuenta que estos daños no son reversibles, pero sí se puede evitar que su efecto acumulativo lleve a daños irreversibles. Además, estos daños están relacionados estrechamente con el tiempo de exposición. La luz azul también puede traer ciertos beneficios como en la terapia de trastornos de piel específicos como acné, alopecia androgenética, dermatitis eccematosas rosácea, entre otras. Pero estos procedimientos deben ser hechos por un profesional.
Recomendaciones
Si bien hoy día es casi imposible despegarse de los aparatos electrónicos que generen luz azul, sí pueden limitar sus efectos negativos siguiente los siguientes consejos de los expertos:
-Tratar de reducir la exposición.
-Colocar el celular en modo nocturno.
-Utilizar pantallas o lentes contra la luz azul.
-Mantenerse lo más alejado posible de dispositivos de luz azul a la hora de dormir.
-En el caso de la piel, es imprescindible buscar un fotoprotector que tenga un elemento que logre proteger contra la luz azul.
-Disminuya el tiempo en pantalla. Si bien, para la mayoría de los adultos el uso de estas tecnologías es necesario para las tareas diarias, se debe recordar que los más pequeños también se ven afectados.
El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos da algunas recomendaciones para disminuir el tiempo en pantalla en los niños:
-Hable con su familia: Explíquele a sus hijos que es importante sentarse menos y moverse más para mantenerse saludable. Dígales que también tendrán más energía y que les ayudará a desarrollar y/o perfeccionar nuevas habilidades, como andar en bicicleta o jugar baloncesto, etc.
-Ponga el ejemplo: Sea un buen modelo a seguir y limite su tiempo frente a la pantalla a no más de dos horas por día. Si sus hijos ven que sigue sus propias reglas, es más probable que ellos hagan lo mismo.
-Establezca límites: Cree reglas en el hogar para limitar el tiempo de pantalla a, por ejemplo, dos horas todos los días. Más importante aún, haga cumplir la regla.
-No use el tiempo frente a la pantalla como recompensa o castigo. Esto hace que las pantallas parezcan aún más importantes para los niños.


