La improvisación nunca ha sido ajena al mundo del teatro. Sobre las tablas, los actores no solo dependen de su talento y memoria para encarnar distintos personajes, sino de su astucia mental para resolver cualquier inconveniente que se presente de improvisto y puedan continuar llevando el flujo de la obra sin mayores contratiempos.
Pero, hay puestas en escena que se realizan al cien de la improvisación. Este es el caso de Sin vergüenza, una obra que se presenta en el Teatro Guild de Ancón, hasta el próximo 26 de marzo, en horario de 8:00 p.m.
Con hora y media de duración, la base de este peculiar show son frases escritas por el público asistente cada noche, con las cuales los actores desarrollarán la obra. “Partimos de las mismas, que son los títulos de las micro historias que vamos improvisando. Durante el show, el público interactúa constantemente, siendo también partícipes de la creatividad y estímulo”, comentan los actores Claribel González y Alejandro Schoffer, quienes protagonizan la obra.
Además de estos dos personajes, Sin vergüenza cuenta con improvisadores invitados como Andrea Marchosky, Diana Mellado, HB Twohy, Víctor Castillo, Eze Coniglio, Jana Ortiz, Juan de la Guardia, Víctor Kim, Nicole Navarro y José Carlos Zavarse. La música, que es parte importante de la producción, está a cargo de Heriberto Pinzón, Carlos Antonio Quiros y Omar Díaz. Mientras que Maribel Gauthier es la improvisadora de luces.
De esta forma, cada noche se trata de un show distinto, donde los asistentes le dan forma a la historia. Igual, es necesario aclarar que, aunque la interacción con los espectadores es necesaria y constante, no es obligatorio interactuar. “Si alguien del público quiere estar en silencio, puede simplemente disfrutar de la obra sin decir nada”, explican los organizadores.
Tanto González como Schoffer son además fundadores de la compañía El Elefante de Venus Teatro, la cual está detrás de este y otros shows de improvisación teatral en Panamá. Ya son siete años que llevan implementando este tipo de espectáculos, y aseguran que cada vez hay más público nacional interesado en este tipo de obras dinámicas y creativas.
Bajo su experiencia, describen al público panameño como “curioso, atrevido, le gusta lo diferente y tiene mucho humor”. Y más allá del mero entretenimiento, para los miembros de El elefante de Venus ver algo diferente, como lo es la improvisación teatral, es importante para la sociedad. “Es una forma de liberarse de las ataduras del día a día. Una forma espontánea de soltar la imaginación y el inconsciente. De alguna forma, la impro es medicina, es salud mental, es reflexionar y sacar a flote eso que tenemos adentro, desde las ataduras, hasta el mensaje que queremos dar”.
El arte de improvisar
Conversando sobre la improvisación teatral, Claribel González y Alejandro Schoffer, nos confiesan que la espontaneidad de este tipo de obras, la sorpresa, el trabajo creativo grupal, además de la adrenalina y energía con la que se van contagiando en escena es “algo tan agradable… que simplemente los personajes fluyen y las historias transmiten emociones. No sabríamos decir si existen puntos en contra porque el objetivo es jugar, cuando jugamos no hay nada que pueda ser negativo”.
Y aunque no existe un guión como tal, de igual forma el ensayo en grupo es fundamental. Ya que como aclaran, esto ayuda a tomar confianza y conocer la técnica de la improvisación teatral. “Esta herramienta es un trabajo constante. Antes de cada ensayo o show, es importante que los intérpretes se preparen, con calentamientos de relajación, de concentración y escucha, de permiso, aceptación y ser conscientes de lo que percibimos en el momento presente”.
De esta forma, en cada presentación están listos para “calentar” al público, ya que como confiesan “al principio se muestra tímido, pero mientras el show avanza el público se va mostrando más atrevido con cada dinámica. Sucede de manera natural. Hay shows en los que el público es más atrevido y otros en que el público es más tímido”.
Al final, tanto para los actores como para los asistentes, la mayor recomendación que hacen es que “lo mejor que podemos hacer a la hora de improvisar es jugar, no juzgarnos y divertirnos. Eso es lo más importante”.


