El profesor Eilon Adar es un especialista israelí en agua pero conoce el estado de las cuencas más importantes de Panamá como si fueran las de su país; y la pasión con la que habla de la necesidad de proteger este recurso natural es tan contagiosa como la urgencia que existe en Panamá de hacerlo, a propósito de los inexorables efectos que el cambio climático está provocando en el istmo.
Para este experto en hidrogeología, Latinoamérica en su conjunto y Panamá en especial están a la vez benditos y malditos, ya que la abundancia de agua de la que han gozado ha limitado su capacidad de valorarla y, por tanto, no sufren con su malgasto ni han planificado su producción y uso a largo plazo, algo que hoy, más que nunca, es una necesidad, sobre todo en un país cuyo mayor activo –el Canal de Panamá-- utiliza el agua dulce como combustible y donde la cuenca hidrológica que le abastece al mismo tiempo provee de agua para consumo a más del 50% de la población del país.
El profesor Adar, director fundador del Instituto Zuckerberg de Investigación de Agua de la Universidad Ben Gurion del Negev, estuvo recientemente en Panamá, como parte de una misión –junto a la Universidad Tecnológica de Panamá--. Esta misión incluyó una investigación para evaluar la calidad del agua de la cuenca del río Zaratí, en Penonomé, su participación en un simposio y cursos a estudiantes de recursos hídricos de la UTP. Pero su relación con Panamá empezó hace algunos años, hizo estudios de reservorios de agua en Azuero y en 2018 entregó al país, a través del embajador de Israel en Panamá, Gil Artzyeli, el estudio Evaluation of the Water Resources of the Panama Canal: The Current Situation with a View toward Future Needs, es decir, que con herramientas hidrológicas estudió de cerca el potencial para disponer de más agua para el canal.
¿Cuál es su trabajo en la cuenca del Zaratí y qué ha descubierto hasta ahora de la cantidad y calidad del agua de esa región?
Como en muchos lugares de esta región las comunidades locales enfrentan períodos en los que no tienen suficiente agua y en la parte baja de la cuenca no hay suficiente agua para la producción agrícola. Además, en el pasado la región ha experimentado varios años de sequía. Desafortunadamente, el sistema de distribución de agua en Panamá, que es parte del sistema de manejo de agua para uso doméstico, no ha podido manejar la situación. Principalmente, no hay un sistema de respaldo ante la falta de agua. En años normales, en años húmedos no hay problema, sin embargo, en años secos el sistema de suministro no puede suplir la demanda. La mayoría de las comunidades depende de aguas subterráneas (pozos), algunas dependen de redirigir los cauces, y en algunos de estos casos la calidad del agua es buena, sin embargo, durante la estación lluviosa, después de una tormenta, gran cantidad de sedimento entra en las corrientes, causando muchos problemas en el proceso de limpieza del agua, de filtrado con el fin de proveer adecuada calidad de agua para comunidades.
El profesor Adar destaca que a pesar de que muchas comunidades descansan en pozos locales hechos y operados por el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales, algunos de ellos por el Ministerio de Salud y muchos otros por el Ministerio de Desarrollo Agropecuario, esos pozos son poco profundos y proveen una insuficiente cantidad de agua. Es decir, que en Panamá ocurre lo contrario a lo que sucede en el resto del mundo, dice, donde se trata de optimizar la producción de agua para cada pozo. “No creo que esta es la solución apropiada”, dijo. Incluso, afirma que en Israel cavan quizás alrededor del 30% de los hoyos que se hacen en Panamá y proveen mucha más agua subterránea.
Las principales actividades de investigación del profesor Eilon Adar están asociadas con la evaluación cuantitativa de los sistemas de flujo de agua subterránea y las fuentes de recarga en cuencas áridas complejas con geología desconcertante y escasa información hidrológica.
En vista de ese panorama que encontró, el profesor José Fábrega, director del Centro de Investigaciones Hidráulicas e Hidrotécnicas de la UTP, en conjunto con Adar redactaron una propuesta para analizar la viabilidad de utilizar agua subterránea, el potencial de elevar la producción de agua, y medir la obstrucción de las aguas subterráneas con la finalidad de crear un sistema de respaldo, y la presentaron a la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), entre otros.
En países ricos en agua, incluido Panamá, la habilidad para almacenar agua de una temporada a otra es muy limitada, remarca Adar. “Los grandes embalses que construyeron, uno en Alajuela y otro en Bayano, están dedicados al Canal de Panamá. La gran represa de Bayano está dedicada a generación hidroeléctrica, de hecho el agua no es utilizada para nada más que eso. En estas regiones en el oeste de Panamá, como la tierra es cultivada y debido al tipo de suelo, si tratas de cosechar agua de la superficie de la tierra para almacenarla en un reservorio, lento pero seguramente este se llenará de sedimento, así que esta no es la solución apropiada. Que haya sedimento significa que cada año tienes menos y menos espacio para almacenar volúmenes de agua. Así que, como usualmente digo, en estos casos el agua subterránea es la mejor cuenta de ahorros, especialmente en países como Panamá”, explicó.
En conclusión, lo que la misión está tratando de averiguar es cuál sería el potencial del Zaratí y si será suficiente o no para proveer agua en los años venideros. ¿Por qué? Porque todos los modelos de predicción dicen que regiones como Panamá recibirán cada vez menos y menos agua de lluvia en un par de décadas a partir de ahora. Tienen que estar listos y esto es parte de la búsqueda para estar listos y buscar alternativas para poder cubrir la demanda y sobrellevar la falta de agua, asegura el experto.
¿Y si el río Zaratí no puede proveer suficiente agua, cuál es la otra opción?
No hay otro opción para proveer agua. Técnicamente sí, se puede desalinizar agua del océano Pacífico y traer agua hasta un kilómetro en tierra, pero esta no es una opción en este momento. En este tiempo en particular la solución es desarrollar el agua subterránea, que no está siendo explotada para nada. Ustedes cavan tantos pozos en la región y no hay registros, nadie analiza registros de agua subterránea, solo en Cathalac han hecho algo, pero no es suficiente. Uno o dos hidrogeólogos no solucionan el problema y especialmente sin información. Ustedes invierten mucho en cavar y en mi opinión no están haciendo un buen trabajo al no registrar la información de los pozos, estudiarla, convertir los registros en una base de datos nacional y solo haciendo todo esto ustedes serán capaces de evaluar todo el potencial. Así que estamos tratando de hacer eso.
Como en Panamá el agua ha abundado no entendemos que es el oro de nuestros tiempos y que debemos cuidarla. ¿Qué recomienda?
Esta fue mi crítica incluso hace cuatro años. El agua es abandonada y es prácticamente gratis para todos y recuerdo haber hablado con oficiales en materia de agua en Panamá, incluidos políticos de alto rango, y les dije que no hay ningún incentivo para que la gente ahorre agua. Hay muchas fuentes abiertas [filtraciones] en la ciudad de Panamá y hay agua corriendo por las calles y a las personas no les importan todas esas fugas de agua. A raíz de conversaciones con el Idaan hace dos años hice un estudio sobre el sistema de distribución de agua en la ciudad de Panamá y mi conclusión es que apenas el 40% de lo que se distribuye en la ciudad de Panamá realmente llega y es usado por las personas, el resto se pierde, por fugas. Tengan en cuenta, que el 100% del agua de la ciudad de Panamá viene de los recursos de agua del Canal de Panamá, por ende, la ciudad de Panamá, una ciudad enorme, depende del agua del Canal de Panamá y el Canal de Panamá a su vez lucha por tener más agua, especialmente en años de sequía.
Adar remarca que en los últimos dos o tres años el país ha tenido suerte, pero si se recuerda que entre 2015 y 2017 hubo una sequía que afectó el tránsito de los buques de un océano a otro, es imperativo trabajar sobre el uso ineficiente del agua para uso doméstico, algo que él atribuye a su gratuidad. Y su consejo es que hay que ponerle un impuesto. No hay manera más eficiente para que la gente aprecie el valor del agua, remarca, que pagando por ella, sea un centavo o diez.
Y pone el ejemplo de su país. Nosotros pagamos mucho y esa es la razón por la cual el uso eficiente del agua en Israel está entre los más altos del mundo. En nuestras ciudades el número de pérdida de agua es de un dígito, es decir, que si una comunidad alcanza una eficiencia en el uso del agua por debajo del 10%, o sea si el consumo es superior al 10% las personas deben pagar una penalidad: pagar más por unidad de agua. Las fugas de agua que no se contabilizan quizás están en 7%, 8%, 9% comparado con 50%, 60% en la ciudad de Panamá.
Yo recuerdo que mucha gente con la que hablé me dijo que el agua es un recurso natural y tiene que ser gratuito, como el aire, pero el combustible es igualmente un recurso natural y no es gratis, y el aire no es gratuito, especialmente en Panamá. A propósito de tener un aire frío usan aire acondicionado, así que pagan por aire frío, 24 horas, 365 días al año.
De alguna manera, la gente está dispuesta a pagar por un buen sistema de aire acondicionado, pero no está dispuesta a hacerlo por una adecuada calidad de agua que llegue a sus casas o apartamentos. En Israel el agua es tan valiosa como el oro, por cómo la manejamos. Vivimos en medio del desierto, pero hay suficiente cantidad de agua y no ves personas malgastándola porque es costosa y cada casa tiene un medidor. The big brother – La Autoridad del Agua, sabe cuánta agua usas cada día, es por telemetría.
¿Cómo le explicamos en forma sencilla a las personas la importancia que tiene el recurso agua en la sostenibilidad del resto de los recursos naturales y por ende para la vida del ser humano?
No des explicaciones, pon un precio real, puedes tratar de explicarlo 24 horas al día, 365 días al año y las personas no lo entenderán. Además, están acostumbrados a tener agua gratis y de buena calidad desde hace muchos años. Los tiempos están cambiando, la población está aumentando y si la pandemia no nos mata la población continuará creciendo. La comida es sinónimo de agua y el agua es sinónimo de comida. Se necesita más comida, la comida es parte de la seguridad nacional y necesitas más agua, así que el agua forma parte de la seguridad.
Esto es lo primero, lo segundo es educación. Empiecen enseñándole a los niños que hoy tienen 6, 7, 8 años, y en 10 años ellos estarán dispuestos a ahorrar agua y tomar todas las medidas necesarias para garantizar agua suficiente y de calidad.
Si pudiera resumir el estado de las fuentes hídricas, ¿cuáles serían los aspectos positivos y negativos más relevantes?
Lo que puedo decir es que han sido bendecidos y, a la vez, están malditos por tener muchísima agua. Están bendecidos porque tienen el potencial y están malditos porque su actitud es que si tienen mucha agua no importa la forma en que la usan y esto se puede convertir en un problema. Ustedes ya lo han vivido, no tengo que decirles cuál es el impacto de no tener agua en la economía. Recuerdo en 2016 o 2017 en Herrera y en Los Santos, que el ganado moría por no tener agua para beber, los ríos estaban secos. Este es el Siglo XXI y tienen suficiente agua 100-200 pies debajo del suelo, solo tienen que buscarla de la forma apropiada.
¿Y en términos de contaminación, qué conoce usted?
En general, en Panamá, los ríos, especialmente la parte alta de los ríos están limpios, las corrientes están limpias, el problema está en Colón, y en la ciudad de Panamá, donde mucho se ha hecho en los últimos cinco años. Panamá construyó una de las más modernas instalaciones para el tratamiento de las aguas y al hacer esto mejoraron dramáticamente. Sin embargo, queda por hacer. El sistema de drenaje fuera de la ciudad de Panamá necesita ser mejorado porque con cada tormenta una gran cantidad de agua va hacia el océano. El océano están tan contaminado en la ciudad de Panamá que nadie se acerca al agua. Pero soy optimista.
El Canal de Panamá usa 210 mil metros cúbicos para cruzar cada barco de un océano a otro, eso es mucha agua y ellos usan agua fresca, pero esta es su riqueza así que ustedes tienen que seguir con eso.
Al mismo tiempo, están haciendo algo, buscando el potencial de producción de agua y el agua subterránea es la mejor fuente de agua no explotada todavía, en buena calidad en Panamá, especialmente para el sector agrícola y las comunidades fuera de la zona del Canal.
