El seseo es la norma culta en el continente americano, y es de uso general en Canarias, Andalucía y otras regiones españolas.
El seseo es aquella forma de pronunciar como ese la zeta o la ´c´ ante ´i´ o ´e´. Como en ´cielo´.
Mientras en algunas comunidades de España, para expresar ´ce´ o ´ci´ se lleva la lengua hasta los labios –a veces algo más-, se roza con ellos y se permite una salida del aire emitido, en América el ejercicio fonético es más simple y su articulación se realiza con el dorso de ese músculo.
La ´i´ de ´cielo´ es lo que diferencia ´cielo´ de ´suelo´. A veces se nos cae el ´cielo´ al ´suelo´, en esa pronunciación.
Si bien desde la perspectiva fonética el seseo es un diferenciador del español de comunidades españolas y de América, es común en ambos continentes la ortografía de las letras, según el uso español. (Yo seseo/ tú seseas/ él-ella sesea/ nosotros seseamos/ ustedes sesean / ellos sesean: presente del modo indicativo).
Hasta dormidos y en los sueños seseamos en este continente, don Manuel. No solo en el habla coloquial. Es moneda corriente en la lengua oral o escrita, formal o informal.
La variación fonética y la homogeneidad escritural propician confusiones frecuentes.
En una revista se escribió ´saga´ (América va a la saga de otras regiones) con el sentido de ´zaga´, que significa la parte trasera de algo, el último vagón, el espacio físico que ocupa esta columna en la revista.
En árabe clásico representa la retaguardia (saqah). Mientras ´zaga´ procede del árabe, ´saga´ es vocablo de origen latino que significa mujer que finge ser adivina y hace encantos o maleficios. No se extrañe que en el fondo recóndito el artículo se refería a ella. Todo es posible en esta viña globalizada. (La saga no estaba a la zaga).
DAD, IDAD
El sufijo idad-dad significa cualidad en sustantivos abstractos derivados de adjetivos.
De terco, terquedad. De mozo, mocedad. De sucio, suciedad. De honorable, honorabilidad. De bárbaro, barbaridad. De afectuoso, afectuosidad. De ruin, ruindad. [Impresionó por su sentido de panameñidad]. Con frecuencia se abusa de este sufijo en vocablos como ´practicidad´.
Tremolar. Verbo transitivo de origen latino. Es enarbolar los pendones, las banderas o los estandartes, y por extensión otras cosas, batiéndolos o moviéndolos en el aire. Es ondear una bandera.
Repucheta: regaño, mal gesto. Un regaño amigable, con guante blanco. Es localismo.
Chirola, chirona. Chirola es una antigua moneda de níquel. En Argentina y Uruguay es tener poco dinero. Chirona es estar en la cárcel. Como localismo panameño se dice chirola a la prisión. La ´l´ de la última sílaba reemplaza a la ´n´ original.
A quien concierna (no concierne). Las certificaciones que no tienen un destinatario directo, empiezan con la frase ´A quien concierna´. ´Concierna´ es presente del subjuntivo. Quiere decir que esa nota se dirige a quien le ataña, afecte o interese.
Dado, dada. Al final de decretos, resoluciones y otros textos administrativos se expone la fecha y el lugar de emisión encabezado por el participio del verbo dar. Si se trata de un decreto debe afirmarse: “Dado en la ciudad de Panamá...”. Si se trata de una resolución, por ser sustantivo femenino, debe respetarse la concordancia: “Dada en la ciudad de Panamá...”.
Fetiche. Sustantivo masculino. Galicismo que representa ídolo u objeto de culto al que se atribuyen poderes sobrenaturales. Por extensión, alguien o algo blanco de adoración. (Su sobrino es su fetiche).
