Estamos a la mitad de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y la visita papal. Los resultados preliminares han sido bastante positivos. Quizás este es un buen momento para revisar los mitos con los que los panameños nos atosigamos y espantamos con respecto a la realización de la JMJ.
Mito N°1.
Panamá no puede organizar un evento tan masivo porque no existe la capacidad de atender a los visitantes, y el país colapsaría.
Realidad: Al miércoles 23 de enero ya habían llegado más de 260 mil visitantes, incluyendo peregrinos, y el país no ha colapsado. Por el contrario, la gente se siente tranquila y las cosas fluyen con bastante normalidad.
Mito N°2.
La JMJ va a provocar una escasez de alimentos y un aumento de precio en la comida.
Realidad: los supermercados, farmacias, restaurantes, panaderías y demás negocios tienen más que suficiente oferta de productos e incluso, varias cadenas de supermercados han hecho importantes rebajas y ofertas.
Mito N°3.
La inseguridad pública va a producir muchos problemas a los peregrinos y demás visitantes.
Realidad: desde Curundú hasta Costa del Este, los incidentes de inseguridad han sido insignificantes. Sí ha habido algunos hurtos de celulares, y otros incidentes, pero han sido ínfimos. La gran queja ha sido algunos taxistas que han cobrado excesivamente, sin embargo, también hay incidentes de taxistas solidarios y altruistas con los peregrinos que sí reflejan lo mejor que podemos ser los panameños.
Mito N°4.
Un número tan grande de visitantes traerá un número plural de enfermedades y se convertirá en un peligro de contagio a la población.
Realidad: hasta la fecha, solo 4 peregrinos han sido detectados con malaria, y la gran mayoría están muy sanos. Los que han tenido problema de gastritis ha sido por la naturaleza de nuestra comida frita llena de grasa. Además, el único tipo que anda tosiendo por ahí, soy yo que me traje un catarro de mi viaje a Estados Unidos la semana pasada.
Mito N° 5.
La realización de la JMJ en medio del proceso electoral iba a ser una oportunidad de taquilla para los políticos.
Realidad: sorprendentemente los políticos panameños han sido comedidos. Quizás el abucheo a los diputados sirvió de advertencia de lo que podía pasar. Ningún partido político divulgó comunicados o declaraciones dándole la bienvenida a los jóvenes o al papa. La cuñita comercial del alcalde-candidato busca rescatar un protagonismo que el Municipio de Panamá debió tener.
Mito N° 6.
El panameño no participará de los eventos de la JMJ porque no hay guaro y campana y porque la religiosidad de los panameños está en crisis.
Realidad: las calles están llenas de personas, católicas o no, que quieren ver y escuchar al papa Francisco y que les han abierto las puertas de sus hogares a los peregrinos.
Todos los mitos anteriores revelan la existencia de una mentalidad negativista que descalifica y disminuye nuestras propias capacidades y cualidades. Claro que hay cuestiones dentro de la JMJ que merecen el examen cuidadoso de la ciudadanía, no solo el gasto público en el evento, sino también, por ejemplo, la construcción de una iglesia dentro del cuartel de la Policía Nacional en Ancón y que fue financiada con fondos públicos. También vale la pena examinar por qué cuerpos de seguridad, como el Servicio Nacional Aeronaval (Senan), deben llevar versos bíblicos en sus uniformes.
A pesar de esto, Panamá ha quedado bien ante los ojos de propios y extraños. Queda claro que nos podemos comer al mundo y que podemos hacer muchísimo más de lo que nuestras actitudes y nuestra zona de comodidad nos hacen pensar.
(Esta nota fue modificada el sábado 26 de enero de 2018, a las 10:37 a.m. En su versión original se informó que agentes del Senafront llevaban versos bíblicos en sus uniformes. Lo correcto es el Senan).
