La Alemania amante del orden se siente al borde del caos ortográfico, ya que pese a entrar en vigor en casi todo el país la nueva normativa, dos "laender" mantienen su resistencia a unas reglas que tampoco acatan los intelectuales.
Desde este 1 de agosto, en todas las escuelas de Alemania se enseñará, de forma vinculante, la nueva normativa pactada para todo el ámbito germano en 1998, con el loable empeño de simplificar la de por sí compleja gramática alemana.
Dos estados federados de Alemania seguirán en fase de transición. Es decir, se permitirá la "convivencia" entre la vieja y la nueva norma y no contabilizará como falta ortográfica seguir sujetándose a la antigua ortografía.
Dicha etapa de transición se mantendrá en Baden Württemberg y Baja Sajonia, los "laender" disidentes, por lo menos un curso escolar más, a la espera de la comisión de expertos creada un año atrás fije, definitivamente, la nueva normativa ortográfica.
Según un sondeo del Instituto Allensbach, únicamente a 8% de los ciudadanos le parece bien el nuevo sistema.
