El cirujano ortopeda Plinio E. Torres asegura que aunque en Panamá no existe —como en otros países— registros de cuantas personas sufren de dolores de espalda y cuáles son los grupos más vulnerables, puede asegurar, que un gran número lo padece. Principalmente por la postura que adopta al sentarse por horas en la oficina, cuando camina, se alimenta o duerme.
La mayoría, afirma, trata de solucionar su dolor utilizando remedios que con los años se ganaron el título de "las mejores y únicas opciones", como las compresas de agua tibia o fría, ejercicios de postura o medicamentos comunes contra el dolor como la acetaminofén, la aspirina o el ibuprofeno. "Todos ellos sirven, pero por lo general en casos crónicos o frecuentes no", dice el especialista.
Informa que esto se debe, según recientes investigaciones dadas a conocer por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, por sus siglas en inglés) a que ciertos dolores de espalda son de origen químico que no se pueden atender con estos tratamientos.
Por ello, indica, se han explorado procedimientos con los llamados bloqueadores del factor de necrosis tumoral alfa. Estos se han utilizado para tratar la inflamación de articulaciones causada por la artritis reumática ya que actúan neutralizando químicos que juegan un gran papel en el proceso inflamatorio.
La terapeuta Andrea Acosta informa que a los pacientes que sufren de dolores de espalda relacionados con una cirugía de espina dorsal o dolor crónico de brazos y piernas se les recomienda anticonvulsionantes como el topomax o la neurotina que científicamente han demostrado ser efectivos. "Tanto los medicamentos mencionados por el doctor Torres, por mí u otro médico son efectivos dentro de los campos mencionados pero antes de ser recetados el médico debe hacer una evaluación clínica del paciente para ver si su condición médica tolera estos fármacos, a veces fuertes".
El ortopeda Darío Cornejo expresa que ya se ha dado a conocer la existencia de unos parches de lidocaína que se colocan en la piel como una "curita" y actúan como un analgésico tópico. "Se ha probado en humanos y los resultados han sido satisfactorios en pacientes con dolores post cirugía y comunes, pero hasta que la FDA lo apruebe no se puede usar en el mercado".
Los medicamentos opioides, menciona, son buenos contra el dolor pero hay varios estudios que plantean que causan adicción y por eso es limitado su uso para casos extremos.
El botox, la toxina utilizada para mantener la piel estirada también puede ser efectiva contra el dolor de espalda relacionado con espasmos musculares.
