Isabelle Birambaux/EFE Baila al sonido de los tambores africanos y se adorna de colores resplandecientes de vida. Producto de un extraño sincretismo, el candomblé mezcla el trance de los bailes africanos, los rituales mágicos del vudú y la insólita veneración de los santos de inspiración católica.
Situado al margen de la religión católica, surgiendo de los ritos misteriosos de África, aparece este movimiento religioso durante el siglo XIX a raíz de una prohibición impuesta por los colonizadores portugueses a los esclavos africanos de practicar sus rituales ancestrales.
ESTUDIOS
La palabra candomblé viene de la unión de dos: candombe, de origen bantú e ilé, de origen yorubá, que se fusionaron, especialmente en el centro y norte del país.
Cuando el amo preguntaba al esclavo qué hacía tocando con su especial ritmo los tambores, éste le contestaba: "estamos haciendo "candombe ilé", que venía a significar que estaban tocando el ritmo de candombe —que aún tiene mucha fuerza en países como Uruguay— en la casa —ilé— de los orishás, o dioses africanos.
Al principio, esta especial religión era considerada como ilegal y se practicaba de manera oculta. Para seguir honrando a sus dioses, los esclavos tuvieron la ingeniosa idea de dar nombres de santos católicos a sus orishás. Practicado sobre todo en la región de Bahía, el terminó camdomblé se refiere tanto al grupo de devotos como al lugar donde celebran sus ritos y danzas.
TRANCE
Durante el rito de iniciación, reciben uno a uno los 12 espíritus, las orishás que entraron en escena con sus trajes magníficos, resplandecientes de colores, bailando al sonido de los "tam tam" africanos. Cada uno encarna una fuerza de la naturaleza.
RELIGIÓN.
Aparte del catolicismo, religión oficial, sobreviven otros ritos ancestrales, creencias en los espíritus y santos con dotes terapéuticas o poderes curativos con los que vencer el "mal de ojo".
El candomblé encuentra sus raíces entre Togo, Benin, Ghana y Nigeria, siendo practicado por los esclavos que fueron transportados en el siglo XIX para trabajar en las minas de piedras preciosas del país que fue colonia portuguesa.
Este legado africano se encuentra también en otros países latinoamericanos, como por ejemplo en Cuba con sus creencias en la santería, o en Haití con el vudú.
Sobre el ‘candomblé’
Se basa en rituales ancestrales, directamente enraizados en la cultura africana, una cultura que saca su fuerza de las entrañas profundas de la tierra, así como de sus ritmos naturales. El ‘candomblé’ se situó entre dos mundos: conservó muchos elementos de sus creencias africanas integrándolas con la religión cristiana. Así ha podido seguir viva la herencia de sus antepasados africanos, guardando los vínculos religiosos y culturales con la tierra del continente negro.
