Un equipo de científicos suizos y franceses publicó ayer un estudio que sugiere que el movimiento mecedor de una hamaca mejora la calidad del sueño y ayuda a la gente a dormirse más rápidamente.
El estudio incluyó a 12 voluntarios masculinos que no duermen siestas habitualmente, pero quienes acordaron intentar echar una cabeceada tanto en una cama fija como en una mecedora mientras sus movimientos cerebrales, oculares y musculares eran escaneados por aparatos.
Las mujeres fueron excluidas del estudio debido a que el ciclo menstrual puede tener un efecto en el monitoreo del electroencefalograma (EEG), indicaron los investigadores.
Dos de los 12 hombres que participaron en el estudio debieron ser descartados del análisis final debido a que el EEG detectó un malfuncionamiento en uno de ellos, y el otro sufrió demasiada ansiedad para dormirse el día que se le asignó la cama fija en la que dormiría.
Pero los restantes 10 sujetos se durmieron más rápidamente en la cama mecedora de lo que lo hicieron en la cama fija, y su siesta de 45 minutos fue más profunda, indica el estudio que aparece en la publicación del producto editorial Current Biology.
