CONTRIBUCIÓN - Juan Antonio Susto elaboró un trabajo titulado Historia de las Historias de Panamá con el subtítulo "Escritas por panameños" y de este libro hemos obtenido los siguientes datos: Mariano Arosemena de la Barrera (1794-1868), publicó en el Boletín Oficial sus famosos "Apuntamientos Históricos", los cuales desgraciadamente no pudo completar por causa de su deceso. Justo Arosemena Quezada (1817-1896), hijo del anterior, publica más tarde otros trabajos sobre la comunicación de los dos océanos sobre el istmo y sobre el Estado Federal, por el cual tanto luchó como senador en Bogotá. Allá presentó un proyecto de ley (consiguió su aprobación) para que Panamá adquiriera esa condición, que debería proporcionarle ventajas lógicas y deseadas, pero que infortunadamente no duraron muchos años.Jeremías Jaén (1869-1909) publicó otros temas referentes a nuestra historia.
Ramón Maximiliano Valdés (1867-1918), quien fue presidente de la República publicó su Geografía de Panamá en la que describe también hechos históricos. Ricardo J. Alfaro Jované también aporta a nuestra historia en varias de sus publicaciones. En 1909 por primera vez la Asamblea Nacional, por medio de una ley, da poder al Órgano Ejecutivo para que contrate la elaboración de la primera historia de este país oficializada; Juan B. Sosa y Enrique J. Arce se encargan de hacer tan importante trabajo, que fue texto oficial a partir de 1911.
Con posterioridad se extendió tal como era necesario dicha labor que desafortunadamente se malogró a causa de aguas caídas por aguaceros sobre sus hojas cuando se iniciaba el proceso de edición. Sin embargo, en 1934 algo más es publicado, así como en posteriores adiciones. Fue la muerte también del historiador Arce la que terminó con sus tesoneros esfuerzos de ampliar y completar aquellas obras. En 1942, Ernesto J. Castillero Reyes (1895-1981) publica con Susto su Guía Histórica de Panamá. Bonifacio Pereira en 1948 escribe Historia General de Panamá que termina en 1821, año de la separación de Panamá de España.
Rubén Darío Carles, padre; Castillero y Arce —estos dos últimos ahora asociados— aportan nuevas adiciones a tan decisivo tema. En el tintero es posible que se hayan quedado otras publicaciones. En este resumen tan solo se hace mención de las que se pueden considerar primeras aportaciones escritas acerca de nuestro devenir histórico.Y como se trata de "Raíces" no se han incluido los recientes y más completos trabajos aparecidos en los últimos años de historiadores como Patricia Pizzurno, Celestino Andrés Araúz, Omar Jaén S., Alfredo Figueroa Navarro, Carlos Mendoza, Alfredo Castillero Calvo y un extenso equipo de coautores, Vladimir Berrío y varios otros más, quienes han enriquecido recientemente y aún más tan copioso acervo.
Hoy las personas interesadas, y que esperamos que sean muchas, pueden aprender y deleitarse con tan magníficas contribuciones, adquiriéndolas o consultándolas en nuestras principales bibliotecas y librerías.
