Los boleros canción son llamados así porque en España existe un genero musical con ese mismo nombre pero tan solo utilizado para bailar.
En lo que se refiere a la música, quien esto escribe, se considera un ser más que afortunado ya que nos encanta casi todo lo relativo a ella. Lo barroco, lo renacentista, lo llamado clásico, el romanticismo, el impresionismo y algo de lo moderno.
Por otro lado, el jazz clásico nos encanta también, así como el tango. Nuestra música autóctona y verdadera, la de muchos países y muchas más. Lo que sí no digerimos es el reggae, ni esos escenarios en donde sale un individuo o "individuas"saltando, contoneándose, mientras se apagan y se prenden las luces de todos los colores, caen serpentinas, aparece humo rojo, azul o verde y por ninguna parte ni ritmo ni una buena voz. Llamar a todo eso música es una aberración. Pero, bueno, es lo que está de moda y nada podemos hacer. A los que todo esto les gusta, que con su pan se lo coman y "San se acabó".
Y volvamos a nuestros personaje de hoy. Nació Marta Estela Paredes aquí en la capital y pronto cumplirá sus 79 años de edad (nació el 27 de julio de 1927). Canta desde cuando tenía 12. Fue su madre enfermera, a la cual nos tocó también conocer. Su padre se oponía a que optara por cantar, veía peligros que no quería para su hija en la vida farandulera. Peligros que la futura artista supo sortear, además de triunfar. Comenzó cantando tangos. Actuaba en programas de aficionados en la Radio Miramar y en la HOQ. Y así subiendo escalón tras escalón. Armando Boza, Marcelino Álvarez, René Santos y otros grupos la acogieron con placer. Ganó concursos, diplomas, títulos y muchos reconocimientos más.
Casi todos los países de América los recorrió haciendo oír su cálida voz. Y aún sigue siendo así. El Inac le grabó varios de sus éxitos. No hace mucho fue una de los artistas invitadas por Tony Fergo en su Programa de "Las 400 Voces". Y tiene mucho más Marta Estela para recordar.
A Olga Guillot la conoció en una Teletón en donde cantaron juntas. Esta cubana triunfó en donde la contrataban. Fue (ya falleció) la cantante cubana que primero actúo en famosos lugares como el Lincoln Center, Carnegie Hall de Nueva York así como en otros famosos, exigentes y muy exclusivos lugares. En sus inicios, cantó a dúo con una hermana.
Y ya para terminar repasemos las letras de algunos famosos boleros, que son tan poéticos como las de muchos famosos autores.
A muchos les parecerá que hay mucho de cursilería en ellos y puede que a veces sea así. No olvidemos que de lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso y muy pequeño.
También recordemos que millones de noviazgos, matrimonios, familias, así como el aumento en las cifras de la población tuvieron relación con los boleros.
Y es que ellos le cantan al sentimiento. Alguien cuyo nombre ahora no recordamos, dijo que el bolero "era alegría de estar triste o tristeza de estar alegre". Y queda mucho más. Antes de terminar recordemos algunas letras de ellos que también forman parte de la poesía inmortal. "Dos besos tengo en el alma y no se apartan de allí, el último de mi madre y el primero que te di" (el autor se nos olvidó). O este de Mariano Merceron: "Soy el cantante del amor, y cuando canto una canción, en ella pongo el corazón, para olvidar el cruel dolor de aquel que siente una pasión y no la expresa por temor".
O, "Usted es la culpable, de todas mis angustias y todos mis quebrantos, usted llenó mi vida de dulces inquietudes y amargos desencantos" y siguen sus autores O. Ruiz y J. A. Zorrilla con muchas más letras que son aún mejor.
O, este otro "¿Cómo fue? No sé que decirte como fue, no sé explicarte qué pasó, pero de ti me enamoré" (Ernesto Duarte).
O, "Tú me acostumbraste a todas esas cosas y tú me enseñaste que son maravillosas, sutil llegaste a mí como una tentación, llenando de inquietud mi corazón" (Frank Domínguez).
O, "Toda una vida, me estaría contigo, no me importa en que forma ni cómo ni dónde, pero junto a ti. Toda una vida, te estaría mimando, te estaría cuidando como cuido mi vida que la vivo por ti" (Osvaldo Farrer). Y acuérdense que restan por mencionar muchísimos bellos boleros más.
Y para los que no estén de acuerdo con el contenido de estas raíces, puede ser cierto que nos han resultado algo empalagosas por lo almibaradas. Pero por lo menos que nos sirvan para aguantar tanta cosa amarga y hasta ácida que se nos ofrece hoy.
Textos: HARRY CASTRO STANZIOLA Fotografías: MARTA ESTELA PAREDES Proceso: RICARDO LÓPEZ ARIAS
