En 20 años, Rosa Beltrán, la autora de La corte de los ilusos, ha tenido una “avalancha” de críticas y lectores desde que publicó esta su primera novela. Hoy, 17 de agosto, a las 7:00 p.m. en el salón Chaquira del Atlapa, la autora presentará la edición conmemorativa de su obra, volviendo a recordar los personajes de una aturdida familia real perteneciente al recién independizado México.

La Feria Internacional del Libro de Panamá será el escenario para reubicar el ambiente de la obra ganadora del premio Planeta Joaquín Mortiz (1995). Aquí algunas opiniones de la escritora después de dos década de su insigne obra La corte de los ilusos:
¿Por qué se lanzó como novelista con ‘La corte de los ilusos’?
Porque la historia me pareció fascinante. No había mejor manera de explorar nuestra identidad, que a partir del momento en que para independizarnos de un imperio (el español) no se nos ocurrió mejor idea que fundar otro (el de Iturbide) a imagen y semejanza de aquél del que nos independizábamos. Esto habla de lo que aún somos los mexicanos y los latinoamericanos, con muchos rasgos de colonizaje. Pero también me interesó -y me interesa, pues está en toda mi obra- situar al Hombre Público en el ámbito de la vida privada. Es otra forma de escribir la historia.
¿Pensó que la obra iba a estar vigente dos décadas después?
No, y me da mucho gusto que casi todos mis libros hayan sido reeditados. Quiere decir que las historias que cuentan son vigentes para distintas generaciones y que su valor es el literario. La corte de los ilusos, en concreto, es la historia de cada nuevo gobierno en el poder: las mismas pretensiones, la misma utilización del poder para fines personales, la sordera de lo que pasa afuera, con los pueblos que gobiernan... No importa si hablamos de estados que se dicen democráticos, con gobiernos de izquierda o de derecha. Es lo mismo.
¿Quisiera cambiarle, restarle o añadirle algo a los personajes?
No, ellos tienen su propia vida y es una vida que a mí me asombra. A veces no siento haber sido yo quien los escribió.
¿Identifica en el presente a quiénes actúan como los personajes de la novela?
Lo han hecho los lectores, los críticos y reseñistas. Hacen símiles con los gobernantes actuales.
La princesa Nicolasa. Porque a sus más de sesenta años de entonces, abrió la puerta del palacio a López de Santa Anna, se enamoró de él, y con ese enamoramiento cambió la historia del país. Y porque muestra que el sueño del amor es tan ingenuo como el del poder.
Me hizo ser reconocida por la crítica y leída por muchos lectores, dentro y fuera del país, pues la novela se publicó en España, Colombia, y otros países latinoamericanos. Fue una avalancha de presentaciones, invitaciones a Ferias, etc. Aprendí que ser escritora en esta época no es sólo sentarse a escribir. Pero también supe que lo más importante es sentarse a escribir.

