Para comenzar, hay que saber distinguir entre piratas, corsarios, bucaneros y filibusteros, cuando no siempre se refieren a delitos muy diferentes.
Lo que es más común hoy es que la piratería ha bajado de los barcos para producirse en los más variados medios de transporte. Aquí nos vamos a dedicar hoy a los individuos que asaltaban a otras naves o descendían de ellas para piratear en tierra.
Piratas han existido desde tiempos inmemoriales y en los más diversos lugares. Pero además nos vamos a circunscribir a América, nuestro continente, también con muchas limitaciones por lo extenso del tema.
Parece que por aquí los primeros delincuentes que existieron fueron de nacionalidad francesa, aunque algunos, como Jean Arigo, eran de ascendencia florentina.
En febrero de 1527, dos barcos que vinieron de Francia arrasaron con Chagres y con Nombre de Dios.
Después, y ya en 1570, Francis Drake, ahora británico, atacó a dos navíos en las proximidades del río Chagres. Este regresó dos años más tarde, pero no tuvo mucho éxito. En esa ocasión había reclutado a 200 negros cimarrones, o sea, esclavos que se habían escapado que les sirvieron como ayuda en los asaltos.
Oxenham fue el nombre de otro pirata también inglés que fue capturado y ajusticiado en nuestro territorio.
El 6 de enero de 1696, Drake atacó sin éxito Nombre de Dios.
Henry Morgan, tal como es más que sabido, fue otro pirata inglés que acompañado de un familiar suyo, un tío de nombre Edward, pero cuyo apellido hemos extraviado, fue el causante de la destrucción de nuestra primera ciudad capital, de la cual tan solo se conservan sus ruinas. Menos mal que aún cuando menos parezca al absurdo, a la larga nos hizo un favor, ya que aquel sitio no era el más indicado para el levantamiento de una futura metrópoli de importancia mundial.
William Parker fue otro pirata inglés que saqueó, pero a Portobelo, después de engañar a los guardias que lo cuidaban. Les dijo que venía a dicha ciudad con el fin de poder vender variadas mercancías, y lo dejaron pasar con las consecuencias del caso.
También es digno de anotar que no solo fueron los conglomerados habitados y situados a la orilla del mar los que fueron asaltados, ya que por ejemplo, Natá de los Caballeros, siendo una población mediterránea fue sitiada por Edward Mansvelt, quien no logró su intención porque fue derrotado.
Pero volvamos a Henry Morgan, que era natural del país de Gales. Vino a América con 12 barcos y 700 hombres naturales de Francia e Inglaterra. Al llegar a Haití perdió cuatro barcos y casi la mitad de sus tropas. De ahí pasó a Portobelo donde en esa ocasión llegó a un acuerdo con sus autoridades, quienes le entregaron joyas, monedas, telas y dinero en efectivo para evitar mayores pérdidas.
Pero a Morgan se le había metido entre ceja y ceja que tenía que asaltar a una de nuestras ciudades portuarias, ya que le sería más beneficioso. Es por ello que lo repitió hasta que satisfizo sus criminales e insaciables ansiedades.
Y para terminar este resumen, que tenía que ser muy incompleto, recordemos que La Villa de Los Santos, Remedios, Alanje, David, Santiago de Veraguas, Chepo, también fueron pirateadas.
