El seleccionado nacional de fútbol cerró el martes con una derrota ante México su preparación para lo que se viene dentro de un mes en la eliminatoria de la Concacaf para el Mundial de Rusia 2018.
Veinticinco partidos en total para el entrenador colombiano Hernán Darío El Bolillo Gómez, entre ellos 9 oficiales y 16 amistosos, con un saldo de 6 victorias, 10 empates, 9 derrotas, 25 goles a favor y 32 en contra.
Lo más rescatable de Panamá en la antesala para la eliminatoria fue el tercer lugar en la pasada Copa Oro.
En un año y cinco meses la selección estuvo bajo la sombra de Julio Dely Valdés por razones obvias, el plantel que utilizó el entrenador colombiano fue casi el mismo que usó el técnico colonense en la eliminatoria pasada, salvo Valentín Pimentel, que fue el único descubrimiento de Gómez.
ANTES Y AHORA
Con los mismos jugadores que utilizó Dely Valdés, El Bolillo Gómez intentó sacar partido de la experiencia de cada uno de ellos, algunas veces las cosas le salieron bien, pero en otras no. Si uno ve a la selección de hoy y se la compara con la que tuvieron los hermanos Dely Valdés, no se notará mayor diferencia táctica en la cancha. Se ha jugado con cuatro defensas, cuatro volantes y sus variaciones, y con dos delanteros, a veces uno más atrasado que el otro. El martes ante México se jugó con un delantero y se pobló la media.
Se puede afirmar que la selección de fútbol de Panamá ha jugado con los mismos y a lo mismo, salvo algunas cosas que el técnico Hernán Darío Gómez ha querido introducir, lo principal, la tenencia del balón.
MANEJO DE LA PELOTA
El Bolillo Gómez y Francisco Maturana vivieron una época de ensueño con una de las generaciones de jugadores más grande que tuvo la selección de Colombia en los años 90; con Panamá Gómez ha querido que los jugadores le den cariño al balón, que lo toquen con orden, pero el caso de Panamá es diferente, acá siempre se ha jugado frontal y al atropello, aprovechando la velocidad y juego aéreo de sus delanteros, que históricamente siempre han sido espigados.
Hablando en términos boxísticos, Panamá ha sido un equipo que se faja, no es el estilista que ha querido imponerle sin mucha suerte el técnico colombiano.
En el último partido contra Trinidad y Tobago, con el que se perdió en el Rommel Fernández, Panamá tuvo el balón, pero careció de profundidad. Decía el asistente de El Bolillo, Nelson Gallego, que lo importante había sido que Panamá no perdió su estilo, queriendo decir que se tuvo el balón, aunque no se concretó.
VETERANOS DE LUJO
Doce partidos sin ganar y sin poder marcar más de un gol fue el arrastre que trajo la selección nacional en sus últimos compromisos de cara a su primer partido de la eliminatoria contra Jamaica el 13 de noviembre, lo cual ha creado malestar entre la afición y los medios.
Hoy El Bolillo Gómez se aferra a lo que puedan hacer los más veteranos de la selección, que terminaron la pasada eliminatoria con Julio Dely y que lo más seguro que comenzarán ante Jamaica.
Cuando Gómez tomó la selección, comenzó con los más veteranos y anticipó que esto era una carrera de resistencia, que el que aguantara continuaba. El tercer puesto en la Copa Oro fue en parte por la experiencia de ellos.
NO HAY JUGADORES
Durante su estadía en Panamá el cuerpo técnico ha reconocido que en la Liga Panameña de Fútbol (LPF) no hay mucho de dónde escoger y por esa razón se demoraron en darle la oportunidad a Pimentel, un jugador al que le venían dando seguimiento y lo tiraron a la cancha unos partidos antes de la Copa Oro, donde convenció y se ganó el puesto.
JUVENTUD
El relevo generacional no ha calado con El Bolillo Gómez, en parte por la opinión que tiene el técnico de la LPF y también porque los pelaos a los que le han dado la oportunidad no lo han convencido.
Durante sus 16 amistosos, que se dice son para ver jugadores, se intentó tres veces con jugadores jóvenes, primero en Lima, donde se perdió con Perú; después en el Rommel, donde se goleó a Cuba y un poco después en el amistoso contra Estados Unidos, donde se perdió en calidad de visitante. En el resto de los amistosos imperaron los jugadores de siempre sobre los menos conocidos.
EMPARCHES
El hecho de no poder escoger de la LPF ha provocado que se trate de emparchar o amoldar jugadores en posiciones diferentes a las suyas. Caso Armando Cooper, uno de los habilidosos en el medio, en la posición de lateral derecho, o el de Adolfo Machado como lateral derecho o central.
INDISCIPLINA
El pasado viernes, por ejemplo, El Bolillo Gómez sacó de la concentración a Cooper después del amistoso con Trinidad y Tobago y 24 horas después lo volvió a llamar; el martes jugó todo el partido ante México y lo hizo de buena manera. Una muestra de la flaqueza del técnico y de las carencias en el seleccionado, donde todo indica que no hay material nuevo para sustituir a uno de experiencia.
El BOLILLO-VALDÉS
A un mes del partido contra Jamaica no habrá sorpresas, salvo que se gane, del resto todo parece indicar que la eliminatoria para Rusia 2018 comenzará con la mayoría de los jugadores que terminaron con Julio Dely la última para Brasil 2014. El mismo equipo jugando a lo mismo.
Como antes, hoy el equipo dependerá de las descolgadas de Alberto Quintero, de la habilidad de Cooper, de los goles de Blas Pérez y Luis Tejada, de la experiencia atrás de Felipe Baloy, de la fuerza de Gavilán Gómez y Aníbal Godoy en la contención, de lo que proponga Pimentel, de la proyección por las bandas de Eric Davis o Luis Henríquez, por la izquierda, y de Adolfo Machado o Leonel Parris por la derecha, y del momento de Jaime Penedo.
A un mes para la eliminatoria, El Bolillo Gómez no da la cara a los medios, como sí lo hizo Julio Dely después de una derrota.

