Sin buscarlo, Rodrigo Merón podría estar escribiendo su nombre en los libros dorados del béisbol panameño. Tras conquistar el Campeonato Juvenil 2025 con Coclé, ahora lidera al equipo mayor en una campaña que mezcla sorpresa y consistencia, evocando la histórica hazaña de Rutherford “Chico” Salmon en 1981, cuando ganó ambos torneos dirigiendo a Panamá Metro.

El resurgir de Coclé es evidente. Después de una temporada 2024 para el olvido —solo siete triunfos en 16 partidos y un décimo lugar—, la Leña Roja ha encendido su llama. Hoy compite con un balance de 20 victorias en 25 juegos, y está cerca de clasificar a la serie semifinal.
La fórmula parece simple, pero detrás hay años de trabajo. Coclé combina la experiencia de veteranos como Luis Castillo, Ramón Castillo y Davis Romero con el retorno del exgrandes ligas Darío Agrazal y la incorporación del nicaragüense Fidencio Flores. A eso se suma una camada juvenil que ha sido protagonista en torneos menores y que ahora comienza a consolidarse en la máxima categoría.

Esa mezcla de veteranía y juventud ha resultado clave para generar identidad y confianza, pero el impulso definitivo vino con un cambio inesperado en la dirección técnica que alteró el curso del torneo para los coclesanos.
“El manager iba a ser Aristides Bustamante, pero por quebrantos de salud no pudo estar. Me delegaron la función, aunque no estuve al frente de los entrenamientos ni de la planificación inicial. El cuerpo técnico de la preselección mayor merece mucho crédito”, explicó Merón con humildad.
El técnico coclesano reconoce que la transformación no fue casualidad, sino consecuencia directa del trabajo de base. “Tras el fracaso del año pasado, recomendé al presidente una reestructuración, y él captó el mensaje. Hoy tenemos entre nueve y diez peloteros que jugaron conmigo en juvenil”, detalló.
Nombres como Ricardo Acosta, Guillermo Fernández, Roderick Lezcano, Tomás Sarmiento, Aníbal Sánchez y Dereck Gómez representan el presente y el futuro. Si logran alzarse con el campeonato, podrían convertirse en los primeros coclesanos en lograr el doblete juvenil-mayor.

Pese a los buenos resultados, Merón mantiene los pies en la tierra, asegura que todo lo conseguido es ganancia y a la vez no se conforman con lo conseguido.
“Hay una efervescencia en el clubhouse. Este año tiene que ser final o nada. Los veteranos han sabido transmitir ese mensaje a los jóvenes. Ellos saben lo que es ganar”, expresó.
Merón recordó que recién en el 2018 se puso fin a una racha de 56 años en el juvenil. En el caso del béisbol mayor, Coclé obtuvo su único título en 1987 y la última vez que llegó a una serie final fue en la temporada de 1999.
Sobre el posible refuerzo, Merón fue claro: “Ese tema está prohibido hasta que clasifiquemos oficialmente. Que tenga este récord no significa que ya estemos en semifinales. Hay que esperar”.


