A cuatro semanas del debut panameño en la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA, dos nombres propios marcan la conversación alrededor de la selección juvenil de Panamá: Rafael Mosquera y Gustavo Herrera.
Ambos futbolistas representan caras distintas de un mismo proceso, cargado de ilusión, pero también de exigencias.
Mosquera, extremo zurdo, ha sido uno de los jugadores panameños más destacados en el extranjero en este ciclo. Con apenas 19 años, fue promovido al primer equipo del New York Red Bulls tras firmar una temporada brillante con la filial, donde sumó 6 goles y 7 asistencias en 16 partidos. Su ascenso lo coloca como una de las principales cartas ofensivas de la Sub-20 canalera.
“El rendimiento de Rafa ha sido muy bueno y ha venido de menos a más tanto en la MLS Next Pro y ahora que ha sumado con el primer equipo. Este último partido estuvo en el banco pero no tuvo participación pero le han tomado en cuenta y eso es importante. Ya sabemos la fecha en la que él llega al campamento y es uno de los últimos”, comentó.

Herrera, por su parte, vive una etapa más difícil. El delantero colonense fichó por el Deportivo Saprissa, club histórico de Costa Rica, pero aún no ha podido marcar en los 9 partidos que ha disputado entre la liga costarricense y la Copa Centroamericana. Esa sequía no preocupa al seleccionador Jorge Luis Dely Valdés, quien salió en su defensa tras el último microciclo en Panamá.

“Gustavo ha tenido uno de sus mejores partidos desde que llegó a Saprissa. A veces los delanteros pasan por rachas negativas, pero confiamos en él. Cuando llegue el primer gol, llegarán los demás”, apuntó el entrenador.
Un plantel con talento fuera de fronteras
El caso de Mosquera y Herrera ejemplifica la realidad de una generación Sub-20 con una presencia inédita en el extranjero. Panamá cuenta con más de una decena de juveniles en clubes de distintas ligas: Erick Díaz y Kairo Walters (LAFC II), Martín Krug (Levante), Giovany Herbert (Atlético Paranaense), Didier Dawson (Envigado), Anel Ryce (Chornomorets), Raheen Cuello (Alajuelense), Kadir Barría (Botafogo), Carlos Hernández (Racing Montevideo) y Karlo Kuranyi (Freiberg), entre otros.
“Es la primera vez que tenemos tantos jugadores fuera de Panamá en esta categoría. En el Mundial de Polonia 2019 tuvimos unos siete; ahora superamos los diez. Eso eleva el nivel y nos da variantes”, explicó Dely Valdés. Sin embargo, también reconoció la dificultad que supone armar un grupo cohesionado cuando los clubes entregan a sus jugadores en fechas distintas.
El reto de la planificación
“Algunos clubes nos dicen: te lo damos el primero de septiembre, otros el quince, otros el veinte. Eso nos obliga a organizar el trabajo con los que estén desde el inicio y luego ir adaptando a los que llegan después, teniendo en cuenta también los viajes largos desde Europa o Sudamérica y los cambios de horario”, detalló el entrenador.
Panamá enfrentará esa limitación en un campamento en Chile que comenzará el 1 de septiembre. Durante esa concentración, la Sub-20 jugará cuatro partidos amistosos: dos contra equipos locales, Egipto y Nueva Caledonia. Posteriormente, el 23 se trasladarán a Valparaíso, sede del grupo B.
Bajas que duelen
El estratega también confirmó dos ausencias sensibles: el lateral Kevin Bernal (Tauro FC) y Aimar Modelo (New York Red Bulls II), ambos descartados por lesión. “Son jugadores importantes. En el caso de Aimar, fue clave en el Premundial, anotó uno de los goles que nos dieron la clasificación. Sería una lástima que no pueda estar, pero esto es parte del fútbol”, lamentó.
Paraguay, el primer gran examen
El debut del 27 de septiembre frente a Paraguay es visto por Dely Valdés como una auténtica final.
“Nuestro primer objetivo es Paraguay. Es un torneo corto, de un abrir y cerrar de ojos. Si ganas el primer partido, tienes muchas posibilidades de avanzar. Ya los hemos estudiado, tienen una base sólida, pero ellos también nos tienen identificados. Será un partido de detalles”, afirmó.
El calendario coloca después a Ucrania (30 de septiembre) y Corea del Sur (3 de octubre) como rivales en el grupo. Todos los partidos se disputarán en el Estadio Elías Figueroa Brander de Valparaíso.
Consciente de las dificultades logísticas y de las bajas, el técnico se mostró confiado en el talento del grupo.
“Hemos hablado mucho con los jugadores. Están conscientes de lo que queremos y del compromiso que exige un Mundial. En teoría todo luce bien, pero en el campo es donde hay que demostrarlo. Ojalá podamos trasladar el trabajo de los entrenamientos a la competencia”, concluyó.


