En Las Tablas, tierra de béisbol y tradiciones, José Caballero padre abre las puertas de su casa para hablar de la vida de su hijo, José Manuel Chema Caballero Ortega, hoy pelotero de los Yankees de Nueva York.
Conocido en Estados Unidos como “Cabby”, el pelotero santeño ha construido un camino lleno de obstáculos, fe y resiliencia hasta consolidarse como uno de los infielders más veloces de las Grandes Ligas.
En 36 partidos con los Yankees, Caballero batea .274, con porcentaje de embasado de .372. Ha conectado 20 imparables, nueve de ellos extrabases (tres cuadrangulares), se ha robado 14 bases, ha anotado 14 carreras y empujado ocho. Todo esto en menos de dos meses vistiendo las rayas del equipo más emblemático del béisbol estadounidense.

Para su padre, el presente de Chema era un destino anunciado desde la niñez.
“Cuando era niño nunca quiso carritos, lo que pedía era un bate, una pelota o la mascarilla de un receptor. Hasta pedía la bolsita de los árbitros”, recuerda entre risas. Desde entonces, la pelota ocupó cada espacio de su vida.
Caballero, nacido el 30 de agosto de 1996, fue campeón y jugador más valioso en el Campeonato Nacional Juvenil de 2014 con Los Santos, y repitió esa distinción en 2017 en la Juco World Series con Chipola College.
Sin embargo, su ascenso estuvo marcado por una fractura de tibia y peroné que casi lo deja fuera del béisbol.
Su padre revive aquel momento con un nudo en la garganta: “El doctor llegó a decir que había que amputarle la pierna. Él lloraba y decía: ‘No dejen que me la corten, mamá’. Fue muy duro, pero gracias a Dios salió adelante”.
La recuperación fue larga y complicada, con más de una cirugía. Contra todo pronóstico, volvió más fuerte y se convirtió en el líder ofensivo de su categoría juvenil.
Con el apoyo del exjugador Lauren Flores, consiguió una beca universitaria en Estados Unidos y, casi a los 21 años, fue seleccionado por los Arizona Diamondbacks en la séptima ronda del draft de la MLB en 2017.
En 2019 pasó a la organización de los Marineros de Seattle y el 15 de abril de 2023 debutó en Grandes Ligas. Un año más tarde, lideró la Liga Americana con 44 bases robadas y en 2025 se mantiene como el mejor estafador de las Mayores con 48.
El 31 de julio de este año, en pleno partido de los Rays, fue transferido a los Yankees, el equipo de sus sueños.
“Desde niño usaba chancletas, relojes y zapatillas de los Yankees. Llegar ahí es un regalo de Dios”, dice su padre.
Hoy, la historia de Chema inspira a toda una generación de peloteros panameños. Desde el patio de su casa en hasta el impresionante Yankee Stadium, su padre lo resume con emoción: “Él siempre soñó con esto. Dios puso cada pieza en su camino y ahora Las Tablas celebra a un hijo que nunca dejó de creer en el béisbol”.
