Ha llegado el fin del año 2025 y es momento de reflexionar. Fue un año de altibajos para nuestro fútbol y nuestros futbolistas, como suelen serlo todos, pero con más puntos altos que bajos, culminando con uno de los momentos cumbre de nuestra historia: la clasificación a la Copa del Mundo de 2026. En este día de balance, vale la pena revivir los cinco momentos más icónicos del fútbol panameño a lo largo del año, sin un orden particular.
El debut de Michael Amir Murillo en Champions
Uno de los momentos más especiales del fútbol panameño en 2025 llegó en septiembre, durante la primera jornada de la UEFA Champions League. Ese día, Michael Amir Murillo, defensor estrella de la selección panameña, se convirtió en el segundo futbolista del patio en debutar en la fase de liga del máximo torneo europeo, luego de que César Blackman lo hiciera el año anterior.

Murillo, quien milita en el Olympique de Marsella, ingresó al minuto 78 del primer partido de su equipo en la competición. ¿El escenario? Nada más y nada menos que el Estadio Santiago Bernabéu, frente al Real Madrid, el club más ganador de Europa y del mundo. El resultado fue anecdótico para el público panameño: todas las miradas se las llevó el debut estelar de Murillo.
Esta aparición es una muestra más del crecimiento sostenido del fútbol panameño en los primeros 25 años del siglo XXI.
El gol, la celebración y la victoria ante Estados Unidos en la Liga de Naciones
El año no pudo haber comenzado mejor para Thomas Christiansen y la selección de Panamá. Tras eliminar a Costa Rica en los cuartos de final de la Liga de Naciones de Concacaf en noviembre de 2024, Panamá viajó a California para disputar las Finales del torneo.
El rival era Estados Unidos, anfitrión y favorito histórico, pese a que Panamá venía de superarlo recientemente en la Copa América 2024 y en las semifinales de la Copa Oro 2023, esta última por penales. Aun así, el pronóstico volvía a inclinarse del lado del equipo de las barras y las estrellas.
Cuando el partido agonizaba y todo apuntaba al tiempo extra, apareció Cecilio “Watergol” Waterman, en el cuarto minuto de reposición, para marcar el único gol del encuentro y sellar el pase a la final. Pero lo verdaderamente inolvidable no fue ni el gol ni la victoria, sino la celebración.
Waterman corrió directamente hacia el set de transmisión para celebrar con Thierry Henry, su ídolo de toda la vida, diciéndole que él había sido su inspiración. Ese instante le dio la vuelta al mundo y colocó tanto a Waterman como a Panamá en el centro de la conversación futbolística global.
El bicampeonato del Plaza Amador
Luego de un 2024 frustrante, en el que alcanzó dos finales de la Liga Panameña de Fútbol y perdió ambas, el Plaza Amador ratificó su buen momento con un bicampeonato, conquistando el Torneo Apertura y el Clausura 2025.
En el Apertura, goleó 6-0 al San Francisco de La Chorrera en la final. En el Clausura, venció 2-0 al Alianza, mostrando la solidez defensiva y la eficacia ofensiva que lo caracterizaron durante el año.

Entre ambos torneos y su participación en la Copa Centroamericana, el Plaza llegó a acumular una racha de 21 partidos sin perder (18 victorias y tres empates), que se cortó en los cuartos de final del certamen regional. 2025 fue el año en que el mejor equipo del país lo confirmó con títulos.
Las victorias de visitante en San Salvador y Guatemala
Cuando se conoció el grupo de Panamá en la fase final de la eliminatoria mundialista, hubo dos fechas que quedaron marcadas de inmediato: las visitas a San Salvador y Guatemala.
Hasta entonces, Panamá nunca había ganado como visitante en eliminatorias frente a El Salvador ni Guatemala. En una fase final de apenas seis partidos, cada punto era vital.
Tras empatar en Surinam y en casa frente a Guatemala en septiembre, estos duelos se volvieron decisivos. El primer reto llegó en octubre, en el Cuscatlán. Con el recuerdo de la dolorosa eliminación de 2008 y la derrota de 2021 aún latentes, ese triunfo fue catártico: mantuvo vivo el sueño mundialista y se sintió como beber del agua de los dioses, una emoción comparable a escuchar a The Beatles por primera vez.
Treinta y cuatro días después, la victoria en Guatemala fue igual de significativa. No solo sostuvo las aspiraciones de clasificación directa, sino que representó una revancha deportiva tras el hostil recibimiento sufrido por la selección. Fue un golpe de autoridad inédito.
La clasificación a la Copa del Mundo de 2026
No puede hablarse de momentos icónicos sin mencionar el más importante: la clasificación a la segunda Copa del Mundo en la historia de Panamá. Tras quedar a las puertas rumbo a Catar 2022, la dirigencia y Thomas Christiansen apostaron por la continuidad de un proyecto que ya mostraba señales claras de crecimiento.
Esta clasificación es significativa por muchas razones, pero sobre todo porque confirma que lo de Rusia 2018 no fue casualidad, sino causalidad. Comparado con sus vecinos centroamericanos —que estarán todos ausentes en 2026—, Panamá fue el país que menos tiempo tardó en volver a un Mundial: ocho años. Honduras necesitó 28; El Salvador y Costa Rica, 12.

Esto es crecimiento sostenido. Y si las selecciones menores son un indicador, el futuro del fútbol panameño es prometedor.
Se va un 2025 lleno de logros y momentos memorables. Llega un 2026 cargado de esperanza e ilusión para el fútbol nacional.

