La Selección Sub-20 de Panamá debutará este sábado 27 de septiembre frente a Paraguay, en Valparaíso, dentro del grupo B del Mundial de Chile. El compromiso se jugará en el estadio Elías Figueroa Brander y marcará el arranque de una nueva ilusión juvenil, en una llave que completan Ucrania y Corea del Sur.
Será la séptima participación de Panamá en una Copa del Mundo Sub-20 y la cuarta ocasión en la que Jorge Luis Dely Valdés encabece al combinado juvenil en una cita de este nivel. El técnico ya había dirigido en los Mundiales Sub-17 de 2011 y 2013, y en la Sub-20 de 2019.
Sus campañas anteriores dejaron momentos destacados: en México 2011 logró vencer a Burkina Faso y avanzar como uno de los mejores terceros a octavos de final, donde cayó ante el anfitrión y campeón. Ocho años más tarde, en Polonia 2019, sumó un empate ante Mali y una victoria contra Arabia Saudí, aunque volvió a despedirse en la ronda de 16 al perder frente a Ucrania, que se coronaría campeona.
En esta edición, Dely Valdés llega rodeado de críticas por la ausencia de varios legionarios que quedaron fuera de la lista final, aunque repiten 14 de los 21 jugadores que disputaron el premundial en México. Pese a la polémica, el entrenador sostiene que se buscó equilibrio y se eligieron los futbolistas que mejor encajaban en la idea colectiva.
Las principales figuras a seguir en la plantilla son el delantero Gustavo Herrera, del Saprissa costarricense; el mediocampista zurdo Rafael Mosquera, del New York Red Bulls; y los defensores Martín Krug, del Levante español, y Erick Díaz, del LAFC II de Estados Unidos.
El grupo se concentró desde el 1 de septiembre, con un campamento de tres semanas que incluyó partidos de preparación, algunos a puerta cerrada. El objetivo inmediato, según el cuerpo técnico, es clasificar a los octavos de final y desde allí soñar con superar la barrera que históricamente ha detenido a Panamá.

En conversación exclusiva con La Prensa, Dely Valdés reconoció la carga emocional de afrontar un nuevo Mundial juvenil, pero destacó la madurez que ha adquirido tras años de procesos con selecciones menores y mayores. “Siempre hay emociones cuando intentas acercarte ya a la culminación de un proceso que inició en 2023. Por supuesto que sube muchas emociones”, explicó el estratega.
Sobre las críticas por las ausencias, el técnico respondió con serenidad: “Siempre van a quedar jugadores por fuera porque son muchos. Podemos contar casi dos jugadores por posición, en algunas hasta tres, y al final solo son 18 de campo y tres arqueros”.
El exdelantero también reflexionó sobre la evolución del fútbol panameño en los últimos 25 años, resaltando el papel de las academias, los entrenadores y la exportación constante de jugadores. Comparó el crecimiento del país con el modelo uruguayo, señalando que Panamá busca insertarse en el grupo de las selecciones más competitivas del área.
Sobre el objetivo en Chile, fue claro: “Siempre se quiere llegar más lejos de lo que se ha hecho anteriormente. Estamos en un grupo bastante parejo. El día que logremos la máxima concentración, Panamá puede llegar mucho más lejos de lo que se piensa”.
