Ousmane Dembélé alcanzó la cima del fútbol mundial al ganar el Balón de Oro 2025, un reconocimiento que corona una carrera marcada por altibajos y desafíos personales.
El delantero francés del Paris Saint-Germain se transformó de ser considerado un fichaje frustrante en Barcelona a convertirse en la figura indiscutible de París, consolidándose como el mejor jugador del planeta.
Trayectoria
Catalogado como “un fenómeno” y admirado por entrenadores deslumbró desde sus primeros pasos profesionales en el Rennes. Su talento llamó la atención del Borussia Dortmund, donde se destacó como una de las jóvenes promesas más brillantes del fútbol europeo. Sin embargo, su paso por Barcelona no fue sencillo. Fichado en 2017 por 148 millones de euros para suceder a Neymar, su carrera en el club catalán se vio marcada por lesiones, retrasos y problemas de disciplina, hasta el punto de que él mismo reconoció haber “desperdiciado cinco años de su carrera”.

Su salida hacia el PSG en 2023 fue recibida con escepticismo. La primera temporada no fue brillante pero, Dembélé corrigió su rumbo. Él redefinió su rol en el ataque bajo la dirección de Luis Enrique. En 2025, su transformación fue total con goles y asistencias, liderando al PSG a dominar la Ligue 1, ganar todos los títulos locales y conquistar la Champions League frente al Inter de Milán.

Familia
Más allá del terreno de juego, Dembélé mantiene un perfil extremadamente reservado. Nacido el 15 de mayo de 1997 en Vernon, Normandía, hijo de un padre maliense y de Fatimata Dembélé, de ascendencia senegalesa y mauritana, fue criado principalmente por su madre tras la separación de sus padres.
Fatimata ha sido un pilar fundamental en su vida, acompañándolo en los momentos difíciles y celebrando hoy su triunfo. Ousmane se casó en diciembre de 2021 con Rima Edbouche y en 2022 nació su hija; ambos mantienen una vida privada muy protegida, sin mostrar detalles en redes sociales.

Fatimata Dembélé anunció planes para compartir este logro con África, comenzando por Senegal, en lo que será una “gira mundial del Balón de Oro” para que los aficionados puedan admirar el trofeo. Este gesto refleja no solo el orgullo familiar, sino también la conexión de Dembélé con sus raíces africanas.
De ser un joven lleno de talento pero cuestionado, a convertirse en un líder dentro y fuera del campo, Dembélé ha escrito una de las historias más impactantes del fútbol moderno: la de un Balón de Oro que reconoce no solo su habilidad, sino también su resiliencia y transformación personal.


