¿Si te digo Román y Baloy, en qué piensas?
Seguramente dirás la cinta de capitán. A lo largo de los años, la selección panameña ha contado con líderes que han sabido guiar al equipo dentro y fuera de la cancha. Felipe Baloy y Román Torres portaron con honor la cinta de capitán, mientras que Jaime Penedo, Gabriel Gómez, Blas Pérez y Luis Tejada fueron referentes indiscutibles. Un ejemplo claro de su influencia se vio en la eliminatoria rumbo a Rusia 2018, cuando Gavilán y Matador ingresaron en el segundo tiempo contra Honduras tras conversar con el Bolillo Gómez, como si fueran sus asistentes técnicos en el campo. Aquel partido acabó con un gol de Román al 90.
Hoy, la realidad de la selección exige con urgencia nuevos líderes. Thomas Christiansen lo ha dejado entrever en sus declaraciones, evidenciando la necesidad de que los jugadores con mayor recorrido asuman un rol de liderazgo. Primero, lo mencionó al hablar de Fidel Escobar, convocado a pesar de su sanción para el partido contra Estados Unidos. Luego, al referirse a Ismael Díaz, quien actualmente ostenta la segunda capitanía en su club en Ecuador.
La situación es clara: Aníbal Godoy sigue siendo el capitán de la selección, pero su desgaste físico hace que sea cada vez más común verlo salir antes de los 90 minutos. Para colmo, jugadores clave como Eric Davis, Michael Amir Murillo y Edgar Yoel Bárcenas están fuera de acción por lesiones.
En este escenario, las opciones de liderazgo se reducen. Las miradas entonces recaen en el arquero Kuty Mosquera, de 30 años, y en Adalberto Carrasquilla, el ídolo de muchos, con 26 años. Son ellos, junto al Pumita y Blackman, quienes deben asumir el mando, inspirar a los nuevos y marcar el camino con determinación y compromiso.
El liderazgo en el fútbol es un factor intangible para los aficionados, pero fundamental en la dinámica interna de un equipo. Son esos jugadores con temple y voz de mando quienes transmiten confianza y determinación en los momentos más críticos.
Más allá de quién lleve la cinta cuando Godoy no esté en cancha, es momento de que todos los jugadores asuman su responsabilidad con liderazgo, protagonismo y entrega. Solo así podrá Panamá dar el golpe ante el tricampeón de la Nations League y demostrar que esta generación también tiene figuras capaces de comandar la selección en los desafíos venideros.

