El tenista suizo Stan Wawrinka anunció este viernes en sus redes sociales que el 2026 será su último año en el circuito de la ATP. Wawrinka no detalló cuál será su último evento en las canchas.
🎾ONE LAST PUSH🎾
— Stanislas Wawrinka (@stanwawrinka) December 19, 2025
Every book needs an ending📕
It’s time to write the final chapter of my career as a professional tennis player 📝
2026 will be my last year on tour
P perseverance
A ambition
S sacrifice
S success
I injuries
O obsession
N never give up
D discipline
R… pic.twitter.com/CJlA8gCN8Y
Wawrinka, de 40 años, tuvo una carrera soñada en la que ganó tres títulos de Grand Slam, 16 títulos en total (hasta la fecha) y una medalla de oro olímpica en Pekín 2008, en dobles junto a su compatriota, el legendario Roger Federer.
El suizo logró conquistar todos sus títulos en una de las eras más complicadas de la historia del tenis masculino, compartiendo la cancha con el legendario trío de Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic. Contra los tres disputó partidos memorables en los escenarios más importantes del planeta, cayendo la mayoría de las veces, pero también consiguiendo triunfos sorpresivos e históricos.
Un triunfo que valió más que oro
El primer gran momento de la carrera de Wawrinka llegó en agosto de 2008, cuando junto a Roger Federer ganó la medalla de oro en dobles en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Los suizos tuvieron un paso casi perfecto a lo largo del torneo, perdiendo un solo parcial rumbo al título.
El momento cumbre del certamen llegó en las semifinales, donde derrotaron a los gemelos estadounidenses Bob y Mike Bryan, que eran los número uno del mundo en ese momento. En la final, superaron en cuatro sets a los suecos Simon Aspelin y Thomas Johansson para quedarse con la presea dorada.
Un sorprendente primer Grand Slam
Su primera gran estocada en individuales llegó cuando se coronó campeón del Abierto de Australia 2014, derrotando a Rafael Nadal en la final.
Wawrinka ya había dado señales en el Abierto de Australia 2013, cuando llevó a Novak Djokovic al límite en su torneo favorito, cayendo por 12-10 en el quinto set de los octavos de final. Al año siguiente logró su revancha, derrotándolo en cuartos de final en cinco sets.
Tras despachar al checo Thomas Berdych en semifinales, superó al entonces número uno del mundo, Rafael Nadal, quien buscaba su segundo título en Australia. Fue un primer trofeo que sorprendió a gran parte del mundo del tenis, aunque con el tiempo sus logros dejarían de ser una sorpresa.
Impidiendo la perfección y sumándose a la conversación
Diecisiete meses después de su primer Grand Slam, en junio de 2015, Stan Wawrinka dio otro golpe al alzar su segundo título grande, quedándose con la Copa de los Mosqueteros en Roland Garros.
En cuartos de final consiguió su primera y única victoria en Grand Slams frente a Roger Federer, venciéndolo en sets corridos. En semifinales superó al local Jo-Wilfried Tsonga en cuatro parciales para citarse en la final con Novak Djokovic.
El serbio venía de vencer a Rafael Nadal —su verdugo en tres finales previas— y al británico Andy Murray, y buscaba completar el Grand Slam de carrera. Todo parecía preparado para su consagración.
Wawrinka, sin embargo, tenía otros planes. En una tarde inspirada derrotó a Djokovic en cuatro sets para conquistar su segundo Grand Slam. Fue la única derrota de Djokovic en torneos grandes hasta Wimbledon 2016, período en el que ganó los otros tres majors de 2015 y los dos primeros de 2016.
Con este triunfo, Wawrinka entró oficialmente en la conversación como uno de los grandes aspirantes en cada torneo que disputaba.
La kriptonita del serbio
El tercer título de Grand Slam de Stan Wawrinka será recordado como el momento en que quedó definido como el punto débil de Novak Djokovic. Entre 2014 y 2016, Djokovic tuvo un récord de 70-6 en Grand Slams, y tres de esas derrotas fueron frente a Wawrinka, dos de ellas en finales.
La última llegó en la final del Abierto de Estados Unidos 2016. Como en las ocasiones anteriores, Wawrinka se recuperó tras perder el primer set y terminó imponiéndose. Al igual que en Roland Garros 2015, lo hizo en cuatro sets.
Ese fue su último título de Grand Slam, y uno de los más recordados por la forma en que dominó a su rival en los tres sets finales.
Lesión y bajón de nivel
Wawrinka mantuvo un alto nivel hasta mediados de 2017, cayendo en semifinales del Abierto de Australia ante Federer, eventual campeón, y en la final de Roland Garros frente a Nadal. Tras perder en la primera ronda de Wimbledon, anunció que una lesión de rodilla lo obligaría a perderse el resto de la temporada.
Wawrinka announces end of 2017 season due to knee injury. Get well soon Stan! pic.twitter.com/Jn0zUUUqWo
— TennisNow (@Tennis_Now) August 4, 2017
El suizo no logró recuperar su mejor versión y nunca volvió a ser el mismo. Sin embargo, siempre será recordado por haber superado a Federer, Nadal y Djokovic en torneos de Grand Slam cuando parecía que nadie fuera de ese trío podía hacerlo, y por su revés a una mano, uno de los más exquisitos de la historia del tenis.


