En una fecha que trae buenos recuerdos para el fútbol panameño, la selección de Panamá visita a la de El Salvador en el Estadio Cuscatlán, en un partido vital para sus aspiraciones mundialistas. La pelota rodará a partir de las 8:00 p.m. (hora de Panamá).
Panorama del Grupo A
La ventana eliminatoria de septiembre no fue alentadora para Panamá. Dos puntos de seis encendieron las alarmas en el pueblo panameño. El pesimismo y alarmismo, sin embargo, fue un poco exagerado.

Es cierto. Panamá no lució bien en el campo de juego y el empate en casa contra Guatemala no era lo que esperábamos, pero para nuestra fortuna, las dos fechas de septiembre no tuvieron un gran ganador. Sí tuvo un gran beneficiado: Surinam, que lidera el grupo tras ganar en San Salvador.

El Salvador dejó escapar una oportunidad de afianzarse en la cima. Si ganaba, le hubiese llevado cuatro puntos a Panamá y cinco a Surinam y Guatemala, a falta de doce por disputar.

La tabla de posiciones está muy pareja. Al líder, Surinam con cuatro puntos, solo lo separan tres del colista, Guatemala, que tiene uno solo.
Panamá controla su propio destino. Si gana ambos partidos en octubre, será líder sin importar lo que pase con los demás rivales.
10 de octubre: un buen augurio para el fútbol panameño
La fecha 10 de octubre es sinónimo de una de las noches más gloriosas en la historia del deporte panameño. Aquel 10 de octubre de 2017, con un panorama igual de complicado y retador, Panamá derrotó a su gran verdugo en Centroamérica, Costa Rica, lo que le permitió clasificar a su primer Mundial.
Esa noche se desenvolvió como una película de Hollywood. El Rommel Fernández a lleno completo, el baldazo de agua fría que fue el primer gol de Costa Rica, luego el empate y el gol de Román Torres.

Además, estuvo también la derrota de Estados Unidos contra Trinidad y Tobago y la victoria de Honduras en casa sobre México, que clasificó a Panamá directo al Mundial, envió a Honduras al repechaje y eliminó a Estados Unidos.
Este 10 de octubre también se cumplen cinco años desde la llegada de Thomas Christiansen a la selección nacional. Christiansen agarró un equipo en transición, sufriendo la resaca de la clasificación a Rusia 2018 y el paso sin pena ni gloria de Ángel Gallego como director técnico de la selección.

Christiansen cambió la manera de jugar y ver el fútbol en todas las líneas del fútbol nacional. Es innegable que el ‘profe’ ha convertido a Panamá en uno de los equipos más sólidos y respetados de la región.
El reto de revertir el historial en el Cuscatlán
El historial en el Cuscatlán está en la cabeza de todos los panameños. Es de lo que más se ha hablado estos últimos días.
Es cierto, las derrotas pesan. También es cierto, sin embargo, que no todo es como era antes.
Las primeras derrotas fueron cuando Panamá daba sus primeros pasos en eliminatorias mundialistas. En los años 1990 y 2000 se perdieron partidos cerrados donde se mereció más.

Ni hablar de esa caída bajo el arbitraje de Marco Antonio Rodríguez. El último enfrentamiento fue derrota 1-0 bajo la dirección de Thomas Christiansen y no se supo manejar los tiempos ni la presión del escenario.

Es hora de cambiar la historia. Llegó el momento de escribir una nueva página en el Cuscatlán. Las grandes hazañas se construyen a base de grandes gestas.

Por ejemplo, cuando Panamá clasificó al Mundial de Rusia 2018, solo había obtenido un empate a lo largo de su historia en San José. En 2017, tras una racha de cuatro derrotas en Costa Rica a lo largo de 29 años, Panamá se llevó un punto valioso de San José que marcó diferencia. También venció a Costa Rica en el Rommel por primera vez en 25 años.
Las claves del partido
Panamá tiene todas las herramientas para vencer a El Salvador. Es imprescindible tener el temperamento para ejecutar el plan de juego. Estas son las claves más importantes:
• Ignorar el ruido del Cuscatlán: El Coloso de Montserrat, como se le conoce al Estadio Cuscatlán, es uno de los estadios más imponentes de Centroamérica y será una caldera en este partido. Eso es un plus para cualquier equipo local e intimida a cualquier visitante, hasta que no. Panamá tiene que saber manejar sus emociones e ignorar el ruido, para que salgan las ideas. Un buen comienzo para Panamá es importante. Si la Roja impone su juego desde el principio, el aliento del Cuscatlán a favor del onceno salvadoreño podría transformarse en murmullos que jueguen en su contra, incrementando el nerviosismo y provocando errores costosos.
• Utilizar la presión mutua a su favor: Panamá entra a este partido presionado a ganar. Al mismo tiempo, sin embargo, la presión sobre El Salvador y el Bolillo es igual o mayor. Los salvadoreños vienen de perder tres puntos de oro en casa al caer derrotados ante Surinam. Ellos también están necesitados de una victoria, y los panameños tienen que ser inteligentes y usar esa desesperación del rival a su favor para golpear en el momento justo. Si Panamá sigue su plan de juego a la perfección, las cosas saldrán bien.
• Ser pacientes y eficaces: Panamá tiene que ser paciente en todo momento y eficaz cuando lleguen las oportunidades de anotar, las cuales llegarán. El mismo capitán Aníbal Godoy dijo en rueda de prensa que vale ganar por la mínima y no importa en qué momento llegue el gol. Panamá tiene que ser paciente, cuidar su propio arco y aprovechar las oportunidades de gol que tenga para llevarse los tres puntos. Así se gana un partido de visitante.
Predicción
No suelo dar predicciones, pero estas circunstancias lo ameritan. Poniendo la mano sobre el fuego, creo que Panamá sorprenderá y se traerá una victoria por la mínima, 1-0, del Cuscatlán.

